
28/09/2025
Donde vivo, en Alemania, el otoño ya se hace sentir, no sólo por los días más frescos y cortos sino a través de algunas de sus expresiones en la naturaleza y nuestro ser.
Es la época donde la vulnerabilidad es más palpable, los árboles comienzan a despojarse de sus hojas y la naturaleza se prepara para la "muerte hivernal", se despiertan entonces la nostalgia y los duelos por las despedidas y muertes que cada uno experimenta en su vida. Para mí, surge la pregunta: ¿cómo transitarlo, estando presente con lo que se siente y al mismo tiempo permitirse soltar lo que ya no es parte del presente?
En la medicina tradicional china el metal es elelemento asociado al otoño, que a través de la respiración nos ofrece la posibilidad de acceder al Qi celestial y al mismo tiempo habitar nuestro cuerpo y sus sensaciones, para poder así transitar momentos tristes al sabernos parte de algo más grande que nosotros, de lo infinito y eterno que habita en la finitud de nuestra piel.
También podemos usar el recurso de la respiración y nuestras sensaciones corporales para conectar con las experiencias agradables y bellas presentes incluso en momentos no tan agradables.
A mí me ayuda el conectar con la bondad del aire que penetra en mis pulmones, la sensación del viento y el sol en mi piel, el cobijo de un abrazo, el aroma de la tierra húmeda por la lluvia otoñal, la fiesta de colores de las hojas de los árboles y los cantos de los pájaros en mis paseos por el bosque.
Te invito a que explores a través de tus sentidos esas formas en las que la belleza te contacta, mientras habitas el presente al ritmo de tu respiración.
Dejar ir nos permite desapegarnos de todo aquello que nos impide acceder a la gracia generosa del aquí y el ahora. Al amor, que está aquí para ti con cada inhalación.
Prueba a respirar sintiendo a la vida que te dice "te amo" cuando inspiras, mientras tú le respondes: "yo también te amo" cuando expiras.
Y cuéntame cómo te va.
Con amor desde mi corazón al tuyo,
Gaby