11/03/2024
Varias enfermedades y trastornos pueden contribuir al desarrollo del insomnio, cómo:
Trastornos de Ansiedad: La ansiedad puede provocar dificultades para conciliar el sueño y mantenerlo durante la noche. Preocupaciones persistentes, rumiaciones y síntomas físicos de ansiedad pueden interferir con la capacidad de dormir.
Trastorno Depresivo Mayor: La depresión puede alterar los patrones de sueño, provocando insomnio o incluso hipersomnia (exceso de sueño). Las personas con depresión a menudo experimentan dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos frecuentes o despertar temprano en la mañana sin poder volver a dormir.
Trastorno Bipolar: Tanto la fase depresiva como la fase maníaca del trastorno bipolar pueden afectar el sueño. Durante la fase maníaca, las personas pueden experimentar una disminución de la necesidad de sueño, mientras que durante la fase depresiva, el insomnio es común.
Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): Las pesadillas, los recuerdos intrusivos y la hiperactividad fisiológica asociados con el TEPT pueden interferir con el sueño, causando insomnio y despertares nocturnos frecuentes.
Trastornos del Sueño Primarios: Algunos trastornos del sueño primarios, como la narcolepsia, la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas, pueden coexistir con trastornos psiquiátricos y contribuir al desarrollo del insomnio.
Consumo de Sustancias: El abuso de sustancias, incluyendo el alcohol, las dr**as ilícitas y ciertos medicamentos, puede afectar negativamente el sueño y contribuir al insomnio.
Un enfoque integral que incluya tratamiento psiquiátrico, psicoterapia y medidas de higiene del sueño puede ser fundamental para abordar el insomnio en el contexto de la salud mental.