19/09/2022
Una anécdota muy interesante.
Está mañana muy temprano, fui a llevar a mi esposa y a mi hijo Cristofer, a su trabajo; y posteriormente fui a visitar a mi padre, quién me había dicho que lleve el aparato de la presión, para que lo examine, porque no se sentía bien. Le dije que si. Llevé mi maletín y a las 6:50 am lo estaba examinando. Lo curioso es que lo encontré más estable que nunca y le dije: "Papá, usted está muy bien. Creo que mejor que yo". Entonces mi padre me agarró por el brazo y me dijo: " Yo de verte me sano. Ya puedes quitarte la bata. En verdad yo lo que quiero es que desayunes conmigo". En ese instante se me aguaron los ojos. Y le dije, "gracias Papá, justo hoy puedo quedarme con usted toda la mañana..." Tomamos café, desayunamos, hablamos de muchos temas y vimos como va el Huracán Fiona. Al despedirnos me dió un abrazo y me dijo: "Vuelve pronto mi hijo"....
Yo había estado con él dos veces la semana pasada. Mi hermano mayor y su esposa también lo visitaron, pero él quiere vernos más a menudo. A los 8 y a los casi 40 nietos y bisnietos.
Hay que dar seguimiento a nuestros padres con mayor frecuencia.
A mi padre no le basta con que mis hermanos y yo le compremos sus medicamentos, comida y pago de servicios. Él demanda atención y afectos. Creo que tiene razón. Yo también quiero lo mismo de mis hijos y nietas.
"La soledad a veces es el peor castigo...
y qué alegre sería todo, si estuvieras tú conmigo" (J.A. Buesa).