27/02/2021
CRISIS CARCELARIA.
Las cárceles de un país no son más que la muestra de una parte de la sociedad, escuchar a distintitos grupos de personas “Privadas de la Libertad”, lo pongo entre comillas por que una persona que tiene acceso a celulares, redes sociales y en cierto modo puede generar videos que luego se vuelven virales, está muy lejos de esto.
Responsabilidad de personal de seguridad, Guías y Policía.
Siguiendo con lo mencionado al inicio, nos espeluzna escuchar a personas privadas de la libertad, hablar de que grupos pandilleros, mafias, que se encuentran disputando el poder de las cárceles, creo que la preocupación de esto debe ir mucho más allá, seguramente estos grupos están presentes también en nuestro día a día y eso es aún más grave, sin embargo, estos grupos dicen que esto fue “NECESARIO”, matar personas, para mantener el buen vivir y el orden dentro de las cárceles, en realidad solo quien no conoce de los procesos de rehabilitación social podría creer esto, que no está sino alejado de la realidad, ya que el manejo y el orden de los centros ha venido siendo operado desde hace tiempo ya, de esta manera, “grupos de disciplina, grupos de control del orden” entre privados de libertad, perdón, ¿ese no es trabajo de guías penitenciarios y personal policial?, solo desde ahí, ya podemos entender el mal manejo dentro de las centros de reclusión.
Economía y Talento Humano.
Sin embargo el problema no implica solo en los puntos mencionados hasta aquí, es decir, grupos delincuenciales, pandillas, mafias y entes de control, policías y guías penitenciarios, el problema incluye también la falta de recursos económicos, no para generar más cárceles, eso no es sinónimo de seguridad, pero si para aumentar el número de agentes de seguridad penitenciaria, correctamente capacitados, mejorar las aspiraciones salariales de estas personas que de por si su actividad laboral implica varias situaciones psicosociales tales como: espacios laborales inadecuados, jornadas laborales relacionadas con actividades violentas, horarios de trabajo rotativo, doblar turnos o más y largas jornadas de trabajo de personas que terminan en cierto modo conviviendo con los privados de libertad, pero ojo, hablo de una convivencia diaria que termina en una suerte de camaradería, de compartir conversaciones, alimentos, e incluso situaciones emocionales por situaciones de vida mutua, comunicarse en un proceso empático sus conflictos, lo que seguramente le hace perder en gran medida la objetividad de su trabajo como agente de seguridad penitenciario, la pregunta aquí sería: ¿se realizan valoraciones psicológicas, hay un verdadero proceso de selección del personal que va a desarrollar estas actividades, tienen las aptitudes y actitudes necesarias para el cargo, están psicológicamente entrenados para el manejo de población privada de libertad, se ha manejado procesos de estrés laboral…?
No con esto quiero justificar actos de corrupción que muchas veces han sucedido dentro de las filas de este grupo laboral, estos son actos totalmente reprochables e inadmisibles, pero es importante realizar un análisis de todo el sistema para entender en donde esta el punto de quiere, de la ahora llamada crisis carcelaria.
Rol de la sociedad.
Es importante entender que no somos mejores seres humanos, cuando nos alegramos por las situaciones vividas dentro de estos centros, las compartimos o las aplaudimos, unas de las grandes lecciones de la Psicología es enfocarse en las conductas conflictivas o patológicas, en los pensamientos erróneos, no en la persona, por ende, no podemos considerar o justificar que actos violentos del tipo ley del talión, ojo por ojo, diente por diente, son correctos porque estas personas cometieron cualquier tipo de delito, sus conductas no justifican dichos actos.
El Estado.
Concluiré haciendo un análisis de cuan importante es que las autoridades vean más allá de los hechos actuales, no nos podemos quedar solo con los fallecidos y con el asombro de los mafias presentes en nuestra SOCIEDAD, entre otros, debemos generar políticas que sean realmente de rehabilitación, no de reclusión, debemos asignar a este tema la importancia del caso y la cantidad de recursos necesarios para que podamos exigir los resultados esperados al sistema y fomentar el trabajo profesional de quienes intervienen con este grupo de personas, entendamos que mucho tiempo atrás quedó la visión equivoca de que las personas privadas de la libertad eran lo peor de la sociedad, todo lo contrario, si queremos madurar como sociedad, evolucionar como seres humanos, debemos entender que para poder reinsertar socialmente a estas personas, debe haber una trabajo a fondo en su , un abordaje exhaustivo en sus redes de contención y apoyo familiar, social, laboral, entre otros, una sociedad mas justa y equitativa se construye día a día de la mano de políticas públicas acertadas, acciones y ejecuciones del estado y la sociedad, para evitar que esto se convierta en un suceso aislado y que mañana todo siga igual.
Mgst. Carlos Ochoa Barzallo.