10/04/2025
*El Significado de la Ayahuasca para los Cofán e Inga: Una Puerta Sagrada en Semana Santa*
Para los pueblos ancestrales de la Amazonía, como los Cofán del Putumayo y los Inga del sur de Colombia, la Ayahuasca —también conocida como yagé— no es simplemente una planta: es un ser vivo, un espíritu, una medicina sagrada y una maestra que guía el alma hacia la sanación, el conocimiento y la conexión con el Todo.
En el corazón del pueblo Cofán, el uso del yagé es parte esencial de su tejido espiritual y cultural. Desde temprana edad, los niños son iniciados en la visión del mundo donde la naturaleza tiene alma, y el yagé les permite comunicarse con los abuelos espirituales, los seres del bosque y el linaje invisible de los sabedores. A través de visiones y cantos, los Cofán encuentran en la Ayahuasca la herramienta para mantener el equilibrio de su comunidad, prevenir enfermedades, y leer los mensajes que la selva y los ancestros tienen para ellos.
Para los Inga, el yagé es medicina para el cuerpo, pero sobre todo para el espíritu. Es el camino del curandero, del taita, del que ve más allá del mundo visible. En sus rituales, los Inga entran en contacto con los mundos superiores e inferiores, donde se pueden limpiar las energías negativas, sanar las enfermedades espirituales y entender el propósito de la vida humana. La Ayahuasca les permite recorrer los caminos del jaguar, del águila y del colibrí, símbolos de poder y transformación.
Tomar Ayahuasca en Semana Santa, especialmente el Viernes Santo, adquiere una fuerza espiritual profunda. En muchas comunidades indígenas que han integrado elementos del cristianismo en sus prácticas, el Viernes Santo es el día en que se honra el sacrificio, la muerte y la transformación. Así como Jesús entró en el abismo de la cruz para renacer, el iniciado que toma Ayahuasca en esta fecha entra simbólicamente en su propio “descenso al inframundo”: enfrenta sus sombras, sus culpas, su dolor, y emerge con una nueva luz, con una comprensión renovada de su ser y su destino.