19/08/2022
Cada día escucho una nueva historia de un niño o adolescente que acude por dificultades emocionales y es increíble percibir que función tienen los padres en ese malestar.
Sé que no existen padres perfectos y que cada adulto da amor como aprendió y también necesita amor.
Sin embargo, ¿cuántos padres toman la responsabilidad emocional como algo fundamental?
Es común escuchar sobre la estabilidad económica y laboral para sostener un hogar, pero, la ¿ESTABILIDAD EMOCIONAL?
Nos preparamos para ser buenos profesionales, vemos videos en YouTube para saber cocinar mejor, buscamos en internet cómo sanarnos si tenemos alguna enfermedad. Pero algún rato buscamos ¿cómo ser un adulto con una crianza sana y afectiva?
Los hijos son el reflejo de los padres, tanto de sus acciones u omisiones (lo que no hago).
Recordando que No puedo pedir a un hijo algo que no soy. Pues, cómo pedirle que no se altere si yo también me altero, cómo pedirle que me respete si yo no lo respeto, cómo pedirle que cumpla con normas sino las he puesto fijamente.
Y sobre todo debemos recordar no escudarnos en la infancia que nos toco, es nuestra responsabilidad sanarla, más no responsabilidad de los hijos entenderla y justificarla.
Por eso es importante ser adultos emocionalmente sanos, donde, puede reflejar lo siguiente:
* No pido que mi hijo cambie, yo cambio.
* Cuido mi lugar como padre, pues los hermanos, abuelos, etc, no lo son.
* Controlo y tomo responsabilidad de mis emociones.
* Doy tiempo de calidad sin excusas.
* Evito comparaciones y amenazas.
* Cuido mis palabras hacia sus acciones no hacia su ser.
* Aprendo a escuchar sin juzgar.
* Pongo disciplina sana.
* Lo amo por lo que es, no por lo que da o logros.
Y si te es difícil, no solo lo “intentes”. Edúcate, busca ayuda, acepta que es posible mejorar para ser el adulto que tu hijo necesita y no el que le toco.