14/02/2025
AMOR - Fuente: El Sistema De Burbujas
¿Quién aquí sería capaz de ser feliz sacrificando sus necesidades, su bienestar e incluso su salud por los ajenos sin dispersarse y sin esperar nada a cambio?
A menudo hablamos del Amor como la solución a todos los problemas, y es cierto, incluso como vía hacia el conocimiento y como un camino con corazón, pero no sabemos lo que es el Amor porque el mismo sistema en que vivimos se ha encargado de destruir sistemáticamente, de desarmar y de deshabilitar ese camino y de vendernos cosas que no son Amor como si en verdad lo fueran; y su éxito ha sido tal y nuestra ceguera ha sido tan enorme que su éxito es casi total.
Si hay algo que se asemeje al amor de verdad es el amor incondicional de una madre por su hijo. Por su hijo una madre normal es capaz de sacrificar sus necesidades, sus ambiciones, sus deseos, sus aspiraciones, sus esperanzas, sus expectativas, su bienestar, su salud y hasta su vida si es necesario sin ninguna queja ni lamentación y sin esperar nada a cambio. Pero aún este tipo de afecto extremo no es Amor de verdad porque no es incondicional, está motivado y condicionado por la necesidad de reproducirse y por los lazos sanguíneos.
Si lo que piensa y siente y hace esa madre por su hijo lo pensara, sintiera e hiciera por cualquier otro niño de cualquier otra madre conocida o desconocida, familiar o no, querida o no, aceptada o no, buena o no, merecedor o no, o por cualquier adulto conocido o desconocido, familiar o no, etc... entonces sí que estaríamos hablando de Amor de verdad; de algo que se da total e incondicionalmente, sin esperar nada a cambio, e incluso sacrificando el donante su bienestar y hasta su vida, por las necesidades, el bienestar y la vida de cualquiera de los recipientes de esa donación.
Si nos observamos honesta y despiadadamente, tendremos que aceptar que en lo general los humanos no somos gente amorosa de verdad, somos amorosos fraudulentos; lo que sí somos es sentimentalistas, egoístas e inversores astutos, que damos lo que nos sobra y sacrificamos el bien ajeno por el propio fingiendo lo contrario. Y aun así tenemos la ignorancia o la desvergüenza de llamarnos a nosotros mismos amorosos.
¿Algún ser en este mundo que ame de verdad e incondicionalmente y que sacrifique todo el tiempo incondicionalmente su bienestar por el de otros? Ah… pues ahí tenemos nada más y nada menos que a nuestro querido Planeta azul, nuestra querida Tierra, que es un ser consciente por cierto; que es nuestra madre en más de un sentido, que nos ama sin pedirnos nada a cambio, y nos da todo cuanto esta a su alcance para nuestro bienestar, aun cuando nosotros lo único que hemos hecho como especie los últimos años ha sido darle en la madre.
La palabra Amor es un término gastado y confuso para nosotros en términos generales, no sabemos lo que es el Amor y casi nunca lo practicamos, pero nos gusta sentir que somos amorosos y que sabemos lo que es la práctica del amor aunque no lo sepamos. Y es que ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos ¿Cómo podemos esperar que comprendamos algo que ni siquiera somos capaces de distinguir cuando lo vemos en acción? Por eso nosotros en lugar de la palabra Amor usamos Afecto.
Y no vayamos a caer en la trampa de la Mente Cotidiana egoica que si aceptamos que el amor es sacrificio entonces nos quiere vender Masoquismo por Amor. El masoquismo no es amor sino la búsqueda de caricias negativas que un masoquista obtiene de un sá**co... eso no es Amor, es también una Inversión; se hace algo personal para obtener algo personal... el Amor es impersonal, el que ama actúa como conducto vacío del Infinito, poniendo a su individualidad a un lado y sacrificando su persona deliberadamente, sin auto-compasión, sin piedad y sin quejas, como ofrenda al Abstracto, para que el Abstracto la despoje del in****no del Ego.
Esto no es para que nos sintamos culpables ni nada de eso, es solo una reflexión que pretende llamar la atención sobre un hecho indiscutible si somos honestos: como especie hoy por hoy NO somos gente amorosa, somos en términos generales más bien inversionistas que calculan costos y ganancias y optan siempre por el máximo beneficio con la más mínima inversión, como en todo. Nuestro mundo humano no es amoroso, y no es un mundo compasivo, sino auto-compasivo, egoísta y emocionalmente explosivo-dispersivo... es un mundo de amor falso y de crueldad muy real, como dicen los toltecas, así que lo mejor para un aprendiz es explorarlo y en su caso atestiguarlo y aceptarlo; un aprendiz de tolteca no se auto-engaña fingiendo ser lo que no es por aparentar egoicamente lo que no se es.
Lo que la Mente Cotidiana conoce y practica como Amor es puro Ego; la Mente Cotidiana no practica el Amor, la Mente Original no practica el Ego.