19/03/2025
Un post tomado de un gran y noble caballero mentor del Psicoanálisis, que aporta algunos puntos importantes desde la teoría psicoanalítica (Escuela de Psicología) y el sentido de formas de pensamiento.
"Dudar de todo es el comienzo de la sabiduría." La frase "Dudar hasta de lo que se enseña" refleja la idea de Nietzsche de que debemos cuestionar todo, incluyendo las creencias y los conocimientos establecidos, para llegar a la verdad y alcanzar la sabiduría.
Yo quisiera que dos + dos sea cinco porque me gusta el número cinco, pero lamentablemente las matemáticas es la verdad absoluta y el resultado siempre será cuatro aunque me encanta el número cinco. Hablamos acerca de un ejercicio fundamental para desarrollar la plasticidad en la interpretación de la realidad y la respuesta de nuestra conducta.
La duda nos permite ser observadores, pensadores y expectantes ante los diferentes escenarios y dramas de la vida. Cuando nos aferramos a una verdad única y no la cuestionamos, nos estancamos. La clave es siempre poner en duda todo. Sócrates utilizaba la mayéutica, una técnica que consiste en hacer preguntas para estimular el pensamiento crítico y encontrar respuestas que nos lleven a la verdad.
La dialéctica, un método de razonamiento y argumentación desarrollado por Hegel, también nos ayuda a resolver conflictos y a avanzar en nuestro pensamiento. Este método consiste en tres etapas:
1. Tesis: la idea inicial.
2. Antítesis: la idea contraria.
3. Síntesis: la resolución del conflicto a través de una nueva idea.
Este proceso nos permite progresar y cambiar nuestro pensamiento, acercándonos a la verdad. En la terapia, vamos mejorando y aceptando nuestra historia, y la razón comienza a predominar sobre las emociones. También ponemos en duda y reflexionamos sobre nuestros pensamientos y comportamientos.
Hablamos también sobre la teoría de Análisis Transaccional desarrollada por Eric Berne. Esta teoría describe tres estados en los que una persona puede comportarse, pensar y sentir:
-El padre: representa las reglas y normas, y puede ser una figura de apoyo y cuidado, pero también de control y juicio.
- El adulto: es un estado de equilibrio y racionalidad, que nos permite tomar decisiones lógicas.
- El niño: es un estado emocional, juguetón y creativo. Quien combina adecuadamente estos tres estados tiene plasticidad y puede adaptarse a diferentes situaciones.
Finalmente, hablamos sobre la frase de Heraclito de Efeso: "Nunca nos bañamos en el mismo río". El río representa la realidad, que está en constante cambio. Por lo tanto, nunca es el mismo río, y no podemos bañarnos dos veces en el mismo río. Esto nos recuerda que nada permanece estático y que estamos sujetos a cambios permanentes en un eterno devenir constante.
Autor Edmundo Méndez M.