14/09/2025
𝐄𝐥 𝐏𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨𝐬𝐨 𝐋𝐚𝐳𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐕𝐢́𝐜𝐭𝐢𝐦𝐚: 𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐓𝐫𝐚𝐮𝐦𝐚 𝐒𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐈𝐝𝐞𝐧𝐭𝐢𝐝𝐚𝐝
Resumen: La afirmación de Bert Hellinger de que "las víctimas son muy peligrosas" no es una condena al que sufre, sino una advertencia sobre un mecanismo psicológico profundo. Este artículo explora cómo el trauma no resuelto, especialmente el de la infancia, puede crear una identidad de víctima que busca validación y culpa externa, enredando a generaciones en dinámicas destructivas. A través de las lentes de las Constelaciones Familiares y la psicotraumatología de Franz Ruppert, descubrimos que la verdadera liberación no está en quejarse del pasado, sino en el coraje de enfrentarlo, honrarlo y, finalmente, trascenderlo para reclamar la propia identidad.
La provocadora afirmación del psicoterapeuta Bert Hellinger —"Las víctimas son muy peligrosas. Alguien que se queja... está tratando de arrastrar a todos a su estado"— suele malinterpretarse como una falta de empatía. Sin embargo, leída a la luz de su trabajo y de desarrollos posteriores en psicotraumatología, como los de Franz Ruppert, se revela no como un juicio, sino como un diagnóstico preciso de una dinámica sistémica tóxica. El peligro no reside en el dolor de la persona, sino en la identificación inconsciente con el papel de víctima, un estado que perpetúa el trauma y exige lealtad ciega del entorno.
𝐋𝐚 𝐐𝐮𝐞𝐣𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐄𝐬𝐭𝐫𝐚𝐭𝐞𝐠𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐯𝐢𝐯𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: 𝐌𝐚́𝐬 𝐀𝐥𝐥𝐚́ 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐂𝐨𝐧𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚
Hellinger observó que detrás de la queja crónica hay a menudo una "buena conciencia" personal. La persona se siente inocente y justificada en su sufrimiento, lo que le da un sentido de pertenencia a su sistema familiar, aunque sea disfuncional. Como explicaba en la entrevista, esta conciencia "nos vincula a nuestro entorno... instintivamente sabemos lo que debemos hacer para tener sentido de pertenencia". Quejarse y culpar a otros (sean los padres, la sociedad o el destino) es, en este sentido, una forma de eludir una deuda profunda: la obligación de tomar la propia vida tal como nos fue dada y hacer algo con ella.
Esta dinámica se alimenta de un trauma no resuelto. Según Franz Ruppert, el trauma provoca una división psíquica donde el verdadero 'Yo' queda sepultado. La ecuación se convierte en 'yo' ≠ 'yo'. La persona ya no actúa desde su identidad auténtica, sino desde una "mente egoica" creada para sobrevivir al dolor. Como apuntaba Peter Levine, citado en uno de los textos, "La mente humana egoica ordinaria es básicamente una estructura para defenderse de un psicotrauma". Esta mente defensiva, generada desde el miedo, es la que se queja, culpa y busca constantemente validación externa, porque internamente se siente vacía y desconectada.
𝐄𝐥 𝐄𝐧𝐫𝐞𝐝𝐨 𝐒𝐢𝐬𝐭𝐞́𝐦𝐢𝐜𝐨: 𝐋𝐚 𝐕𝐢́𝐜𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐀𝐭𝐫𝐚𝐩𝐚 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐃𝐞𝐦𝐚́𝐬
El verdadero "peligro" del que habla Hellinger se manifiesta en las Constelaciones Familiares. Allí se hace visible cómo un individio, identificado inconscientemente con el destino de un antepasado (una víctima real del pasado, como un judío expoliado o un familiar excluido), repite patrones de sufrimiento en un intento mágico y leal de "reparar" algo que no le corresponde.
"El pelear contra el destino –la resistencia y la reticencia- ha llegado a ser su destino. Lo que rechazamos más afanosamente es en lo que nos convertimos". — Apuntes del taller.
Este enredo es peligroso porque es ciego y demanda participación. La persona en el rol de víctima no busca una solución genuina; busca confirmación. Todos los que estén en desacuerdo con su narrativa se convertirán en "malos", tal como advierte Hellinger. Se establece así un juego de persecutorios y salvadores que atrapa a todos en su red, impidiendo el crecimiento y la solución. La queja se convierte en la moneda de cambio para mantener un vínculo patológico.
𝐃𝐞 𝐥𝐚 𝐐𝐮𝐞𝐣𝐚 𝐚 𝐥𝐚 𝐑𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐬𝐚𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝: 𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐥𝐚 𝐈𝐝𝐞𝐧𝐭𝐢𝐝𝐚𝐝
La salida de este laberinto no es through la negación del dolor, sino through su integración consciente. El método de Hellinger no permite que el cliente "cuente su narrativa de vida" porque la historia consciente suele ser la justificación del enredo. En su lugar, mediante representantes, saca a la luz "el texto oculto de la historia familiar", honrando a los excluidos y devolviendo a cada uno su destino.
Ruppert lleva esto un paso further con su Terapia de Psicotrauma orientada a la Identidad. Plantea que la cura comienza al responder a las preguntas existenciales: ¿QUIÉN SOY YO? y ¿QUÉ DESEO? Esto requiere "un recuerdo y luego el duelo", como cantaba Sinéad O'Connor. Es el doloroso proceso de recordar, sentir el dolor original que fue disociado y llorarlo para poder perdonar y seguir adelante.
La humildad de la que habla Hellinger —el "asentir a lo que es"— es la clave. Implica decirle a la vida y a los padres: "Sí, tomo mi vida, aún a este precio". Este no es un acto de resignación, sino de enorme poder. Es la decisión de dejar de luchar contra un destino que no podemos cambiar (el pasado) para empezar a construir el propio. Como concluye Ruppert: "Una buena vida comienza aquí y ahora si traigo a la conciencia mis propios traumas, salgo de mi dinámica de victimario-víctima y me redescubro a mí mismo".
𝐂𝐨𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐢𝐨́𝐧: 𝐌𝐚́𝐬 𝐀𝐥𝐥𝐚́ 𝐝𝐞𝐥 𝐁𝐢𝐞𝐧 𝐲 𝐝𝐞𝐥 𝐌𝐚𝐥
La advertencia de Hellinger no es contra el que sufre, sino contra el mecanismo inconsciente que convierte el sufrimiento en una identidad estática. El "peligro" es la perpetuación del trauma across generaciones. La verdadera liberación, both para el individuo y para su sistema familiar, llega cuando se tiene el valor de traspasar la "buena conciencia" de la queja, honrar el pasado sin repetirlo y, con humildad y coraje, reclamar la responsabilidad de la propia vida. Es el viaje del 'yo' dividido por el trauma (❛𝐲𝐨❜ ≠ ❛𝐲𝐨❜) hacia la integridad del ❛𝐘𝐨❜ = ❛𝐘𝐨❜ ser quien verdaderamente somos, libres de los destinos ajenos.