17/05/2021
Expertos consultados afirman que las vacunas aprobadas no tienen un 100% de efectividad para evitar la enfermedad, pero sí protegen contra los síntomas graves.
A medida que más gente se vacuna, se extiende esa sensación de estar inmune frente al coronavirus y la posibilidad de enfermarse por COVID-19. Pero esa sensación es falsa, porque los especialistas y desarrolladores de vacunas advierten que las mismas no previenen en un 100% la posibilidad de infectarse. Lo que sí hacen es prevenir que la enfermedad se desarrolle en forma grave y la persona termine con asistencia respiratoria mecánica y muchas complicaciones.
La vacunación, al igual que el contagio, inmuniza hasta cierto grado a la persona afectada, que, generalmente, no sufrirá síntomas o estos serán leves en futuras reinfecciones. Pero eso no significa que el virus desaparezca. Incluso puede volver a contagiar.
La clave está en la actividad del sistema inmunitario y en la capacidad de proliferación del virus en estas personas. Un sistema inmunitario entrenado elimina el virus antes de que éste pueda causar graves daños en el organismo.
En este momento en el mundo hay al menos 9 vacunas que han demostrado que son altamente eficaces a la hora prevenir la enfermedad que causa el virus SARS-CoV-2. Eso quiere decir que si una persona vacunada se contagia del virus, tendrá menos probabilidades de desarrollar síntomas o enfermarse gravemente. Lo que aún no está claro, sin embargo, es si la vacuna logra evitar el contagio.
Según datos del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud (SNVS) y los datos del Registro Federal de Vacunación Nominalizado (NomiVac), menos del 0,2% de las personas vacunadas con la primera o segunda dosis tuvieron COVID-19, transcurridos por lo menos 14 días de aplicada la primera dosis.
Los datos de los ensayos clínicos mostraron que las vacunas contra el coronavirus Pfizer-BioNTech y Moderna fueron extremadamente efectivas para prevenir enfermedades, pero el doctor Bill Moss, pediatra y profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg en Baltimore, señaló que algunos las personas en los ensayos contrajeron el virus.
“Habrá algunas personas que no estarán protegidas, ni siquiera con dos dosis de la vacuna, pero deberían tener una enfermedad más leve”, explicó Moss. “Las vacunas son realmente muy protectoras contra la enfermedad grave, por lo que incluso aquellos que contraen COVID-19 después de dos dosis de la vacuna tienen muchas más probabilidades de tener una enfermedad leve”.
En diálogo con Eduardo López, el prestigioso infectólogo y uno de los principales asesores del Presidente en la lucha contra el coronavirus en la Argentina, aseguró: “Todo va a depender de la cantidad de dosis de una vacuna que se haya dado una persona, del tipo específico de vacuna y de la cantidad de días que hayan pasado desde la aplicación. Si te das la vacuna hoy, los primeros 14 días te podés contagiar porque todavía no tenés anticuerpos. La eficacia de la Sputnik V, por ejemplo, empieza después de los diez días. En los estudios, la vacuna de AstraZeneca después de la primera dosis, en las primeras cuatro semanas demostró no tener más del 50% de eficacia. Incluso luego de la segunda dosis, no supera el 70%”.
Las vacunas pueden provocar dos tipos principales de inmunidad. Por un lado, la “inmunidad efectiva”, que puede evitar que un patógeno cause una enfermedad grave, pero no puede evitar que ingrese al cuerpo o haga más copias de sí mismo. Y por el otro, la “inmunidad esterilizante”, que sí puede impedir la infección e incluso prevenir casos asintomáticos. Lo ideal es que una vacuna logre producir inmunidad esterilizante.