17/06/2021
EPILEPSIA Y MUJER
Un capítulo muy importante en el tema de las epilepsias es el de la enfermedad y las mujeres. Se calcula que alrededor de un 25 % de los pacientes con epilepsia son mujeres en edad fértil.
En este grupo especial de pacientes, hay que valorar muchos aspectos, que no se encuentran en otros grupos, tales como el efecto de los cambios hormonales en las crisis convulsivas, los problemas relacionados con el aspecto reproductivo, malformaciones congénitas, embarazo y anticoncepción, ciclos ovulatorios y menopausia, entre otros.
Las hormonas femeninas, en especial los estrógenos, pueden influir sobre la corteza cerebral, disminuyendo los factores protectores contra el excesos de actividad y la sobreproducción de estímulos eléctricos, provocando crisis convulsivas.
La progesterona, otra hormona femenina, por el contrario, tiene un efecto protector de las células cerebrales, aumentado la resistencia a estos estímulos eléctricos nocivos, y previniendo la aparición de las convulsiones.
Las variaciones hormonales que se producen durante la etapa menstrual en forma cíclica, desde la primera menstruación hasta la menopausia también influyen en la aparición de crisis convulsivas. Se llama epilepsia catamenial. Muchas veces es necesario aumentar la dosis de la medicación durante este período, con el fin de evitar la aparición de crisis convulsivas. Es necesario que la paciente lleve un diario de sus crisis convulsivas y sus ciclos menstruales, para poder correlacionar los mismos. Se deben evaluar además la edad de la paciente, el uso o no de anticonceptivos orales, el número de embarazos y partos, entro otros datos de importancia.
Al momento de prescribir fármacos anticonvulsivantes en las mujeres, es necesario tomar en cuenta un sinnúmero de aspectos, muy delicados, con el fin de escoger el fármaco más idóneo para esa paciente.
Alrededor de un 80 %, número nada despreciable, de mujeres que padecen algún tipo de epilepsia, tienen una disminución importante en su fertilidad. Esto es el resultado de la suma de varios factores, tales como una disminución en la libido, alteraciones menstruales por cambios hormonales, enfermedades ginecológicas y temor al embarazo.
Las epilepsias y Los fármacos antiepilépticos tienen varios efectos hormonales. Pueden casuar alteraciones en los ciclos menstruales, con períodos sin ovulación, ovarios poliquísticos, interacciones con los anticonceptivos orales con disminución de la eficacia de estos y embarazos no deseados. Así mismo, la exposición a crisis convulsivas o la ingesta de ciertos fármacos anticonvulsivantes durante el embarazo puede llegar a producir malformaciones congénitas en el feto.
Cada caso de pacientes femeninos debe ser estudiado y tratado en forma única. Se deben buscar combinaciones de anticonceptivos orales con fármacos anticonvulsivantes que no interactúen entre sí.
Los embarazos deben ser planificados y cuidadosamente seguidos durante todo el periodo por un médico especialista, hasta el parto, a fin de evitar complicaciones graves para la madre y el niño. La gran mayoría de las veces, un 95 %, las pacientes pueden llevar a feliz término un embarazo, con el nacimiento de un niño sano y la madre en buenas condiciones de salud.
Las malformaciones congénitas se calculan alrededor de 2 y 3 % en la población general sin epilepsia. Este número asciende a 4 y 6 %, con los cuidados adecuados en las pacientes con epilepsia. Es decir, cada mujer epiléptica que decida embarazarse tiene un 95 % de probabilidades de tener un embarazo normal, con un niño sano al nacimiento.
Los defectos en el niño pueden ser causados tanto por la presencia de crisis convulsivas, en un embarazo no controlado, como la intoxicación por medicamentos anticonvulsivante, sobre todo en el caso de estar medicada la paciente con más de un medicamento.
En conclusión, la mujer epiléptica en edad fértil debe ser atendida por un médico especialista ya que tiene mayores probabilidades de presentar alteraciones en sus ciclos menstruales, embarazo y partos, así como eventos relacionados con la salud del recién nacido. Además, los anticonceptivos orales pueden tener una eficacia reducida por interacción con los anticonvulsivantes y es por este motivo que su selección debe ser muy cuidadosa.
Por todo esto, cada paciente debe ser tratada en forma única, los fármacos anticonvulsivos deben ser escogidos con mucho cuidado, los embarazos deben ser programados, seguidos y cuidados para llegar a un feliz término.