 
                                                                                                    30/09/2025
                                            Cuando sentimos tristeza, miedo o enojo, solemos creer que hay algo malo en nosotros o que debemos encontrar la forma de eliminar esas emociones cuanto antes. Sin embargo, no todo lo que sentimos es un problema que requiere arreglarse: algunas emociones son simplemente parte natural de la experiencia humana y lo que necesitan es ser reconocidas y aceptadas, no combatidas.
Aceptar en lugar de resolver nos libera de una presión innecesaria. No siempre hay respuestas claras para el dolor, la nostalgia o la incertidumbre. Pretender forzar una solución solo aumenta la frustración y el desgaste emocional. En cambio, cuando elegimos aceptar lo que sentimos, estamos reconociendo que la vida es imperfecta y que está bien convivir con ciertas incomodidades sin que eso signifique que algo está roto dentro de nosotros.
Este entendimiento también nos enseña a cultivar paciencia y compasión hacia nosotros mismos. Algunas emociones no vienen para ser eliminadas, sino para mostrarnos algo: que necesitamos descansar, que valoramos algo que perdimos o que hay un cambio en proceso. Aprender a aceptarlas en lugar de resolverlas nos ayuda a vivir con más calma✨✨                                        
 
                                                                                                     
                                                                                                     
                                         
   
   
   
   
     
   
   
  