19/12/2023
¿A quién buscas cuando buscas el amor? A uno de tus padres. El amor solo es verdadero (es decir sincero) si primero tenemos resueltos los reclamos infantiles hacia nuestros padres. Porque de lo contrario nuestro niño interior controlará al adulto e inconscientemente buscaremos, esperaremos o incluso exigiremos a la pareja que satisfaga o resuelva nuestras quejas de amor hacia los progenitores. Por eso, el adulto emocional no busca el amor. Porque sabe que el amor no se busca (el que busca es el niño). El amor se construye. ¿Cómo? Entre dos personas que se hacen cargo de su niño interior. De hecho el amor empieza a través de los padres y luego se extiende hacía uno mismo. En la medida que reconozco que soy una suma y un resultado de las luces y sombras de mi madre y de mi padre, en la medida que acepto que me parezco a ellos incluso en lo que menos me gusta de ambos, entonces puedo dar un siguiente paso y empezar a amarme a mi mismo. Amarme con mis propias luces y sombras (las que forman parte de mi propio carácter). Cuando aprendo a convivir conmigo mismo. Con mis manías, con mis días buenos, días regulares y días malos. Entonces ese amor hacía mis padres como son y ese amor hacia mi como soy, es el imán perfecto para construir un amor con el otro, donde ya no busco o exijo, sino que construyo y negocio. Si. Has leído bien. El adulto emocional negocia. Hace pactos. Crea acuerdos. El amor adulto no es azar, milagro o un asunto de almas gemelas. El amor adulto es decidir conscientemente y día a día aceptar que la vida en pareja supone un compromiso de sanación y revisión de tu niño interior. Hoy te dices y le dices al otro una frase sanadora: "Amo a mis padres como son. Me amo a mi mismo como soy. Ahora sí te puedo amar como eres".