20/08/2025
La enfermedad renal crónica (ERC) va más allá de un simple problema de salud; se convierte en una carga pesada, no solo para los individuos afectados, sino también para las familias, la sociedad y los sistemas de salud a nivel global.
El impacto personal es profundo. A medida que la enfermedad avanza y la función renal disminuye, los pacientes se enfrentan a una fatiga extrema, náuseas, dificultad para concentrarse y una serie de síntomas que limitan su capacidad para trabajar, estudiar y participar en actividades sociales. Los tratamientos como la diálisis, que a menudo requieren varias sesiones a la semana, alteran drásticamente su rutina diaria, reduciendo su independencia y su calidad de vida. Esta dependencia de la atención médica a largo plazo puede generar una carga emocional y psicológica considerable, incluyendo ansiedad y depresión.
A nivel de los sistemas de salud, la ERC representa un desafío económico y de recursos masivo. Los tratamientos para la etapa terminal, como la diálisis y los trasplantes de riñón, son extremadamente costosos. Los altos costos de los medicamentos, las hospitalizaciones recurrentes y la gestión de las comorbilidades (como la hipertensión y la diabetes) consumen una gran parte de los presupuestos sanitarios. Además, la necesidad de personal médico especializado (nefrólogos, dietistas, enfermeros) y de infraestructura (centros de diálisis) ejerce una presión adicional sobre los recursos.
Por lo tanto, la prevención, la detección temprana y el manejo adecuado de la ERC no solo son cruciales para mejorar la vida de los pacientes, sino que también son estrategias fundamentales para aliviar la presión sobre los sistemas de atención médica y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
📅 Agenda tu revisión y protege a tus riñones al 0991417744
̃onessaludables ̃orenal ́n ̃ones