20/10/2024
Cuando la mujer sana, sana toda la familia. El poder y lugar de la mujer a nivel energético, espiritual, mental, emocional, familiar y social es por lo regular algo desconocido para ella, pues en el proceso de la liberación femenina, terminó por irse al otro extremo y perderse a sí misma.
Muchas mujeres han confundido su poder sexual con el ofrecer s**o a cambio de un patrimonio, el poder de seducción con el involucrarse con hombres casados, el poder laboral con la culpa de no estar con los hijos, el poder de expresión con berrinches y chantajes, el poder del feminismo con el hembrismo, el poder de la igualdad con la lucha de géneros, el poder de la lucha con la violencia.
Y en esa confusión la mujer pierde su poder, su centro y busca recuperarlo en relaciones tormentosas, incompletas donde se canta en voz alta "tú le lavas la ropa pero yo se la quito", como si las mujeres fuésemos el rival a vencer después de una exhaustiva comparación de pesos, tallas, maquillajes, medidas, tacones y cualquier otro chisme que pueda dar una sensación de superioridad. O también renunciando a una vida plena por adentrarse en odios, miedos y sufrimientos.
Cuando las mujeres recordemos que nuestro poder yace en una enorme capacidad de amar, comenzando por una misma, el poder de la empatía incluso con aquella mujer que "le lava la ropa mientras tú se la quitas", el poder de creación no solo de otro ser sino de una realidad sana, el poder sexual de comunicarnos sin ego a través de un orgasmo, el poder espiritual de la intuición, el poder emocional de la energía en movimiento, cambiaremos de elecciones:
Ya no habrá amantes, sino mujeres que respetan relaciones porque se respetan a sí mismas. Ya no habrá tapujos sexuales ni libertinaje. Ya no nos aferraremos a personas inestables, pues nuestra estabilidad emocional será nuestro centro. Ya no veremos lonjitas, ni tallas de brassiere, veremos simplemente a otro ser. Ya no veremos al hombre como enemigo, sino como la contraparte de nuestra naturaleza divina y así con cada pieza donde la energía femenina y masulina estén presentes... En TODO
He aquí la importancia de sanarnos como mujeres...