06/04/2021
--- LA SILLA VACIA---
La silla vacía gestáltica es una técnica muy potente que permite a la persona establecer un contacto más directo con las propias introyecciones y fantasías, mediante el diálogo de las partes de forma dramatizada. Puede facilitar el acceso a experiencias profundas que ayuden a cerrar situaciones inacabadas antiguas o actuales, contactar con partes de uno mismo, conectar con emociones, conflictos, personas inaccesibles, polaridades no desarrolladas, sueños...
La finalidad de la técnica de la silla vacía es la integración de la experiencia en la vida de la persona, poder dejar atrás experiencias dolorosas, elaborar situaciones o integrar aquellas partes que han quedado polarizadas y bloqueadas. La silla vacía rescata la posibilidad de diálogo interno y de contacto con las historias, sentimientos y emociones, las vivencias infantiles y adultas de las personas.
La técnica consiste en disponer de dos lugares diferenciados y de frente (normalmente cojines), uno de ellos es la silla vacía donde la persona proyecta imaginariamente una parte de su personalidad, una persona, un sentimiento, una situación inacabada, un conflicto… y a partir de ahí establece un diálogo entre una parte y otra.
Durante este diálogo se le pide a la persona que cierre los ojos si le ayuda a tener una experiencia más cómoda y profunda, ya que la idea es un diálogo a dos partes y no contando con el terapeuta en la experiencia.
El terapeuta normalmente sólo acompaña percibiendo el tono de voz, las actitudes, las muecas, los mensajes corporales, faciales, y cuando lo ve oportuno le pide a la persona que ocupe el lugar de la silla vacía, cambiando así de rol para que pueda ir tomando conciencia de ambas partes y así poder desarrollar un diálogo lo más fluido posible (cambiando de lugar las veces que sean necesarias). En ocasiones también puede lanzar alguna pregunta a alguna de las partes.
El diálogo siempre es en primera persona desde cada parte, nunca es una narración al terapeuta.
Fuente: Cepsim Madrid
🧿 Maleka