15/05/2025                                                                            
                                    
                                    
                                                                        
                                        Sigo observando muchos comentarios con actitudes negativas, tomando el camino que favorece más al desequilibrio hormonal.
 La relación entre tiroides y estado de ánimo es una realidad cada vez más evidente. De ahí la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz para una resolución satisfactoria.
Sabemos que las variaciones en los niveles de hormonas inciden de manera directa no solamente en el ámbito físico, sino también en el cognitivo y emocional. 
La tiroides es muy sensible a los estímulos psicológicos. Por ello, los pacientes con una actividad baja tienen un estado de ánimo próximo a la tristeza, nostalgia, melancolía e incluso a la depresión. Por su parte, el hipertiroidismo suele generar irritabilidad, nerviosismo, hiperactividad, impaciencia y cambios bruscos de humor.
Algunas de las emociones que más relación guardan con la tiroides son la ira, la rabia o el enfado. Por otro lado, tanto el hipertiroidismo como el hipotiroidismo tienen un punto en común: la creación de una sintomatología manifiestamente depresiva.
Cualquier desorden sobre todo los que se hacen crónico y necesariamente tenemos que convivir con ellos, nos obligan a ser más optimistas, más positivos. Pero lamentablemente se manifiesta mucho el pesimismo dentro del grupo de enfermos crónicos.  
Muchas veces estamos pesimistas, enfadados por cosas que son pequeñeces, hoy en día causa admiración ver como algo extraño el que va sonriendo y al final no hemos entendido que eso es lo normal, pero como estamos tan estresados viviendo la vida tan aceleradamente, pues nos creemos que estar estresados es lo normal y no lo es.
 La actitud es nuestra responsabilidad y sabemos que para disfrutar una alegría tenemos que convivir con 20 disgustos, 30 problemas y 50 preocupaciones. Pero no por eso vas a pensar que nada funcione, porque sabemos que no es así, sabemos que no es verdad. Hay cosas que no funcionan, y las personas vivimos dramas, todos sabemos lo que es un drama, un ejemplo es la pérdida de un familiar, o cuando tenemos un familiar en el hospital con una enfermedad grave, o nuestro mejor amigo/a que le amputaron una pierna por un accidente.
Si estamos en un entorno donde todo va mal, donde hay problemas en el trabajo, donde hay problemas personales, donde las cosas no resultan como uno piensa que se lo merece, hay que sobreponerse, es ahí donde uno tiene que intentar mantener su ánimo, apoyándose en las cosas que si funcionan, pero para eso tenemos que ser conscientes, pero aún así, no entendemos que en cada circunstancia negativa o positiva la actitud la elegimos nosotros, sabemos que el entorno nos influye, pero tú influyes cada instante en tu actitud, tú eliges, y aquí radica nuestra libertad como personas, es nuestra gran responsabilidad, tú eliges a fijarte en lo que no funciona, o lo que funciona, es tú elección.
Por eso, es que cada instante en la vida te acerca un poquito más a la grandeza como persona o cada instante te acerca un poquito más a la mediocridad. 
Claro, lo fácil es cuando todo va bien, estar contento, y cuando las cosas van mal estar enfadado, eso es lo fácil. Pero lo importante es tener confianza en uno mismo, saber valorarse y sacar ánimo para encontrar fuerzas y no hacer un drama, pero a veces no valoramos lo que tenemos o somos tan exigentes, que queremos que siempre todo vaya bien, que siempre todo funcione bien, que nunca aparezca un desorden en nuestro cuerpo, que nunca enfermemos, aun cuando estamos conscientes que somos nosotros mismos los que lo creamos, sabemos que no todo va a funcionar bien siempre, eso es imposible, incluso suena algo infantil que lo pensemos. 
Todos tenemos nuestros problemas, y lamentablemente algunos son para toda la vida, así y todo, la actitud debe ser siempre positiva, el optimismo nos ayuda a convivir con esos problemas y salir adelante con un mejor estado de ánimo, por el contrario, el pesimismo aviva esos mismos problemas, y mientras no sean dramas no podemos perder la sonrisa. 
Estar la mayor parte de la vida con buen estado de ánimo es una decisión titánica, es una lucha contracorriente, pero que vale mucho la pena y que nos lo merecemos, porque es fantástico vivir con alegría (Victor Kuppers).
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Espero haberles ayudado con esta reflexión para aquellos que se mantienen negativos, sin ánimo para conquistar el lado alegre que todos anhelamos.