02/07/2025
El acceso intraóseo tiene más de 100 años de historia salvando vidas.
Los primeros estudios sobre esta técnica se realizaron en la década de 1920, al descubrir que la médula ósea es altamente vascularizada y puede ser utilizada para administrar medicamentos y fluidos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, se exploró su uso en escenarios de trauma y emergencia, cuando el acceso venoso era difícil o imposible.
Hoy, gracias a los avances tecnológicos, el acceso intraóseo es una herramienta consolidada y esencial en la atención de pacientes críticos, permitiendo actuar de forma rápida y segura cuando cada segundo cuenta.
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