04/08/2025
En el año 2018, Banco Pichincha cambió su logo, mencionaban que la transformación no era solo de forma, sino también de fondo.
Sobretodo, pregonaban que la transformación sería radical en la arista digital, banca en línea y soluciones inmediatas para el usuario.
Siete (7) años después los problemas son diarios, en lugar de mejorar y apalancarse de la revolución de inteligencia artificial, se han vivido varios problemas, tales como:
- Despido masivo de personal de call center, al ser sustituidos por bots, que únicamente entorpecen el proceso de solución de problemas, porque solamente repiten el mismo texto una y otra vez.
- Filtración de informacion, de cuentas de banco, datos personales, que han sido el bastión para que innumerables veces los usuarios sean estafados con supuestos paquetes de viaje de agencias fantasma de turismo.
- Innumerables veces en fines de semana, feriados o cualquier día común, la banca en línea deja de funcionar y no hay solución, solamente maltrato al usuario.
- En lo personal, la atención al cliente en los sitios físicos es muy buena, con mucha calidez, sin embargo, el volumen de clientes para los pocos empleados en agencia, hacen que el tiempo de espera sea muy largo.
- El presidente del banco, fiel a su clase social, desde reuniones con Lenin Moreno a la época se lo ha visto como un personaje sin ninguna reflexión de servicio, para el, aparentemente sus clientes son solo un número más.
- Una opinión apurada diría, “si no te gusta, abre tu propio banco” o la más simple “cámbiate de banco”, los monopolios y empresas dueñas de países son denominador común de este capitalismo tardío. Si quieres salir del sistema, no hay nada fuera de él. Vivimos en el sistema y buscamos tener una convivencia más reflexiva y armoniosa, en el que en verdad el usuario o cliente sea el centro de preocupación y mejora de las grandes empresas.