07/08/2025
En uno de los misterios más extraordinarios del océano, las ballenas jorobadas están enfrentándose a las orcas, y no solo para defender a los de su propia especie. Los científicos han documentado 115 casos en los que las jorobadas intervinieron en cacerías de orcas—y en casi el 90% de esos casos, lograron interrumpir el ataque. Aún más asombroso, muchas de las criaturas que protegieron no eran ballenas jorobadas. Focas, leones marinos, crías de ballena gris e incluso peces luna han sido resguardados por estos gigantes marinos.
Se ha visto a las jorobadas colocar sus enormes cuerpos entre las orcas y sus presas, usar sus aletas para bloquear los ataques, e incluso levantar físicamente a otros animales fuera del agua para ponerlos a salvo. Y una vez completado el rescate, simplemente se alejan nadando—sin recompensa, sin un beneficio aparente.
¿Por qué lo hacen? Algunos científicos piensan que esto comenzó como una forma de proteger a sus propias crías y evolucionó en un instinto más amplio de intervención. Otros creen que podría ser una señal de conciencia social compleja o empatía, lo que indicaría inteligencia emocional en estas majestuosas criaturas. Incluso hay quienes viajan kilómetros solo para ayudar, como verdaderos superhéroes del océano.
Tal vez nunca comprendamos del todo su motivación, pero una cosa es clara: en un mundo donde la mayoría de los animales solo se preocupan por sí mismos, las jorobadas nos enseñan que, a veces, los fuertes eligen proteger a los vulnerables simplemente porque pueden.