21/03/2022
“Como cada mañana de julio, llegaba a la playa buscándolos, buscándolo. Dejaba las cosas en la sombrilla mientras mis padres adecentaban las toallas y me iba corriendo a su sombrilla para embarcarnos en una nueva aventura. Jugábamos a las palas (éramos malísimos) y cada vez que se nos perdía la pelota, algún paseante de la orilla se la devolvía a J. con una gran sonrisa, a la que él respondía con agradecimiento. Después de bañarnos, J. me acompañaba a unas duchas de agua dulce que había en el parking. Allí , la dueña nos recibía bromeando con J. acerca del bañador que traía ese día, mientras nos encendía la máquina de agua caliente. Cuando llegaba la hora del helado, nos acercábamos al kiosko a escuchar qué manjares nos ofrecía el kioskero. El señor del Kiosko siempre le explicaba amablemente a J. las vueltas de su dinero, con toda la paciencia del mundo, pues a veces J. se hacía un lío con las pesetas..."
Una de nosotras ha tenido la oportunidad de crecer al lado de una persona con trisomía 21. Este año, la campaña del día mundial del Síndrome de Down quiere agradecer la labor de esos transeuntes, kioskeros y dueños del parking que, desde su anonimato y sin buscar ningún reconocimiento, ayudan, facilitan... y en definitiva, hacen la vida más bonita a las personas como J. con Síndrome de Down. Gracias a todos por vuestra empatía y por hacer a esta sociedad un poco más inclusiva.
💜 DÍA MUNDIAL DEL SÍNDROME DE DOWN💛