Psic. Sara Amada F. Algazi

09/12/2025

Comenzaremos a usar la mascarilla para evitar contagios.
¡Cuídate, cuidémonos!

26/11/2025

En la sala de “asuntos pendientes”, un cuerpo se descansa mientras la conciencia corre como si fuera maratonista sin inscripción previa. La escena recuerda a Žižek cuando advierte que el sujeto moderno vive “en diferido”, siempre un poco detrás de sí mismo, pero aquí el diferido es tan veloz que ni la neurosis alcanza a tomar asiento. Y, como diría Leticia Glocer Fiorini, el tiempo psíquico “no sigue la lógica del reloj sino la del enredo”, aunque este enredo parece tener WiFi propio y contraseña perdida.

Al fondo, la autoridad del encuadre hace lo suyo: corta, ordena, marca el ritmo… casi como si fuera un metrónomo emocional. Jean Allouch decía que el psicoanálisis “no promete calma, apenas un poco de verdad”, pero en esta consulta la verdad llega en cuotas, tipo plan mensual, y la calma está en backorder.

Mientras tanto, el analizante intenta elaborar, pero la sesión se desliza con la elegancia tragicómica de los que siempre llegan tarde a su propia epifanía. Y ahí está el chiste: el inconsciente por fin quiere hablar… justo cuando la sesión termina.

Ironías del aparato psíquico: uno tratando de tomar conciencia, y la conciencia tomando turno.

11/11/2025

29/04/2025

ANTES DE LA ESCRITURA, EXISTIERON LOS NUDOS

Antes de las civilizaciones, antes incluso del dominio de la metalurgia, los seres humanos ya dominaban una habilidad esencial: el arte de anudar. Mucho antes de dejar rastros escritos, las comunidades primitivas empleaban fibras vegetales, tendones o cuerdas trenzadas para crear estructuras básicas, asegurar herramientas, levantar refugios y transportar objetos.
Estos primeros n**os fueron un lenguaje propio, una extensión de la necesidad de supervivencia y organización social.

Lejos de ser simples amarres improvisados, muchos de estos n**os presentaban patrones repetitivos, algunos con simetría casi ritual. Se han encontrado evidencias arqueológicas de tejidos y cordajes en yacimientos de culturas ancestrales que demuestran no solo habilidad técnica, sino también sentido estético. Nudos entrelazados que combinaban funcionalidad con diseño, indicando que, incluso en la precariedad, el ser humano buscaba un orden más profundo en su entorno.

El macramé, en su raíz más primitiva, nace aquí: no como un arte decorativo, sino como una necesidad vital. Trenzar, anudar, tensar y soltar eran actos que conectaban directamente con la supervivencia diaria. Cada n**o podía significar la diferencia entre un refugio seguro o una estructura derrumbada, entre una presa cazada o una oportunidad perdida.

Además, en algunas culturas antiguas, los n**os adquirieron un valor simbólico: representaban pactos, alianzas, narraciones orales codificadas en patrones de cuerda. No hay que olvidar que, para civilizaciones como los antiguos quipus andinos, los n**os fueron registros de información, mucho antes de que la escritura dominara el relato humano.

Por tanto, el origen del macramé es también el origen de una forma de conocimiento. Cada n**o es testimonio de la inteligencia humana aplicada a lo tangible, al mundo real, sin intermediarios ni artificios.
Una habilidad que no dependía de jerarquías ni de tecnología avanzada: era conocimiento distribuido, disponible para todos aquellos capaces de observar, aprender y crear.

Redescubrir estos primeros n**os es recuperar una memoria olvidada: la del ser humano que no dependía de sistemas externos para garantizar su existencia. Un ser humano que sabía que, con sus propias manos, podía trenzar no solo cuerdas, sino caminos hacia la autonomía.

Tejidos Macramé

23/04/2025

Cuando lo necesites te acompaño a encontrar a tus dragones🐉, entender su fuego🔥 y aprender a vivir con ellos.

23/04/2025

A tothom, Feliç diada de Sant Jordi!

14/04/2025

Estrenando persiana de mi consultorio ubicado en la calle Lorena 69 bajos en Nou Barris!