11/03/2024
El camino no elegido. Poema de Robert Frost.
Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
El otro día hablaba en consulta del miedo a la responsabilidad, a la responsabilidad de tomar tus propias decisiones, ella vivía en el confort de dejar que otros decidieran por ella, para así, no asumir las consecuencias de las mismas, ni escuchar su propia voz inquisitoria.
Prefería ser infeliz asumiendo la vida que otros trazaban para ella antes que escuchar las voces cargadas de culpa y crítica que en su cabeza se instalaron hacia muchos años cuando era pequeña…voces que parecían ser ella, pero que ahondando en ellas descubría que habían sido tomadas prestadas por los adultos que moldearon su identidad. Y estas voces se instalaron como si fuera ella y la amarraba a un eterno sufrimiento; un abrigo que cargaba todos los días y que no le permitía caminar por la vida libremente y en paz consigo misma.
Siempre el mismo camino, el que alguien le dijo que debía recorrer para ser feliz, y el que ella se ha contado tantas veces que se lo ha creído.
Siempre buscando la felicidad, esa paz que nunca encontraba; y poniendo la mirada en un camino que siempre el lleva al mismo sitio a la impotencia, la desesperación, la ansiedad, la angustia, la anorexia, la bulimia, la fibromialgia, la depresión….
Y es que el cuerpo habla a voces lo que el corazón no puede gritar; síntomas de una historia de sobrecarga emocional de larga data.
Tu cuerpo se encarga de ayudar y soportar esos excesos de responsabilidad en tu infancia, esos juicios, expectativas, ideas tragados y continuamente contados….;dolores corporales que nos recuerdan los dolores emocionales de nuestra historia que necesitan ser escuchados para ser transcendidos y sanados.
Tienes derecho a permitirte coger otro camino.
“Dos caminos divergían en un bosque, y Yo,
Yo escogí el menos visitado,
Y aquello hizo toda la diferencia”.
imagen:.lopes.art