31/05/2024
Querido amigo que ahora descansas en paz,
Hoy, mientras escribo estas palabras, siento un n**o en la garganta y un vacío en el corazón. No puedo evitar recordar todos esos momentos compartidos, las risas, las lágrimas y los secretos que solo tú y yo conocíamos. Fuiste más que un amigo; fuiste mi hermano, mi confidente y mi compañero de aventuras.
Desde que éramos niños, nuestras vidas estuvieron entrelazadas de una manera especial. Crecimos juntos, aprendimos juntos y enfrentamos los desafíos de la vida hombro a hombro. Las tardes interminables jugando en el parque, las noches de insomnio compartiendo nuestros sueños y miedos, todo eso quedará grabado en mi memoria para siempre.
Recuerdo cuando nos prometimos que seríamos amigos para siempre, sin importar qué. Y cumplimos esa promesa. A lo largo de los años, celebramos juntos los triunfos y nos apoyamos mutuamente en las derrotas. Siempre encontrábamos la manera de estar el uno para el otro, porque nuestra amistad era más fuerte que cualquier desavenencia.
Ahora que te has ido, siento un dolor profundo. Pero también sé que tu legado vive en mí y en todos aquellos que tuvieron la suerte de conocerte. Tu sonrisa, tu generosidad y los recuerdos que compartimos seguirán inspirándonos. Siempre serás parte de mi historia, parte de mi corazón.
Descansa en paz, querido amigo. Hasta que nos volvamos a encontrar en algún rincón del universo.
Con cariño, tu hermano.