29/08/2025
🔴 El MELANOMA SUBUNGUEAL es una forma de cáncer de piel poco común pero altamente agresiva que se desarrolla bajo la uña, afectando con mayor frecuencia los dedos de las manos o de los pies. Se origina a partir de la proliferación maligna de los melanocitos, que son las células encargadas de producir el pigmento de la piel. A diferencia de otros melanomas, no suele estar relacionado con la exposición solar, sino más bien con factores genéticos, traumatismos repetitivos en la uña y predisposición individual. Se ha observado con más frecuencia en personas mayores de 50 años y en poblaciones con piel más oscura, aunque puede presentarse en cualquier persona.
El MELANOMA SUBUNGUEAL suele manifestarse de forma inicial como una mancha marrón o negra en la uña, similar a un moretón o a una lesión traumática. Con el tiempo, la pigmentación puede ensancharse, volverse más oscura o irregular y extenderse hacia la piel que rodea la uña, fenómeno conocido como signo de Hutchinson. También puede presentarse con engrosamiento de la uña, fragilidad, dolor, sangrado espontáneo o la separación parcial de la uña del lecho ungueal. En algunos casos, la lesión puede no mostrar coloración evidente, lo que dificulta el diagnóstico temprano y retrasa la detección.
Las causas exactas del MELANOMA SUBUNGUEAL no están completamente definidas. No se asocia de forma directa con los rayos ultravioleta como otros melanomas, pero sí se relaciona con factores hereditarios, mutaciones genéticas específicas, antecedentes familiares de melanoma y traumas crónicos o golpes repetitivos en las uñas. Debido a esta presentación poco típica, muchas veces se confunde con hongos en las uñas, hematomas o lesiones benignas, lo que hace que el diagnóstico definitivo se retrase meses o incluso años.
El diagnóstico del MELANOMA SUBUNGUEAL se realiza mediante una exploración clínica detallada y confirmación con biopsia del lecho ungueal. Es fundamental obtener tejido de la lesión para el análisis histopatológico, ya que esto permite determinar si existe proliferación maligna de melanocitos. En casos avanzados, pueden ser necesarias pruebas de imagen como resonancias o tomografías para descartar metástasis, pues se trata de un tumor con alta capacidad de diseminación.
El tratamiento del MELANOMA SUBUNGUEAL depende de la etapa en que se diagnostique. En fases tempranas, puede requerirse la resección completa de la uña y el tejido subyacente afectado. En casos más avanzados, cuando la invasión es profunda, puede ser necesario realizar la amputación parcial o total del dedo comprometido para evitar la propagación. Además, según la extensión de la enfermedad, se pueden emplear tratamientos complementarios como inmunoterapia, terapia dirigida o quimioterapia. La cirugía sigue siendo la principal opción curativa.
El pronóstico del MELANOMA SUBUNGUEAL está directamente relacionado con la precocidad del diagnóstico. Cuando se detecta a tiempo, las probabilidades de supervivencia son significativamente mayores, pero en la mayoría de los casos se diagnostica en etapas avanzadas debido a su similitud con otras enfermedades benignas de la uña. Por esta razón, cualquier lesión pigmentada en una uña que no desaparezca en pocas semanas o que muestre cambios en su aspecto debe ser evaluada por un dermatólogo oncológico.