01/06/2020
“MI NUTRICIONISTA ME DEJA HACER COMIDA TRAMPA EL FIN DE SEMANA”
Una frase que escuché cientos de ocasiones y que no me gusta nada, también es una de las preguntas que más se repiten en nuestras consultas. Casi siempre contesto de igual modo: existen también, fumadores sociales y de fin de semana, alcohólicos de fin de semana y adictos a comida basura los fines de semana.
Aquellos que conocen nuestro método de trabajo, saben que estamos a favor de realizar excepciones dentro de una alimentación adecuada. Tampoco debemos ser hipócritas trasladando un mensaje de que debemos comer bien siempre, crear un estilo de vida saludable y sostenible no tendría sentido, si luego no se va a poder disfrutar de un evento puntual o una celebración.
Ahora bien de lo que no estoy de acuerdo es de darle el nombre de “comida trampa” o “cheat meal”, porque esa denominación ya hace referencia a hacer algo malo, una trampa y algunos lo interpretan como consumir lo que uno quiera en la cantidad que se desee. Se podría definir como esa comida que utilizamos para “saltarnos la dieta” y desestresarnos después de tanto sacrificio, una válvula de escape psicológica. Un concepto que de entrada no es bueno porque te está indicando que comer bien es aburrido, que estresa y que prohíbe determinados alimentos, cuando no es así.
Tampoco es recomendable tener que esperar toda la semana para disfrutar de un fin de semana “libre” en el que uno se puede dar los caprichos que desee; o inclusive de quedarnos con hambre de lunes a viernes, para poder darnos un atracón de comida y bebida en la barbacoa del sábado, así como en la comida familiar del domingo.
Por este motivo nosotros siempre lo hemos llamado excepción, porque algo de carácter excepcional según la RAE significa: que se aparta de lo ordinario, o que rara vez ocurre; y que no necesariamente debe ser malo.
Pero llevar un estilo de vida saludable es más sencillo que todo eso, se trata de disfrutar de tu alimentación diaria, de cocinar y de consumir aquellos platos que te gustan, con los que disfrutas y que al mismo tiempo no favorezcan el desarrollo de enfermedades. Saboreando el proceso continuo de aprendizaje y experimentado la versatilidad de nuestra cocina, explorando, investigando y mezclando ingredientes, nuevos utensilios, métodos de cocción diferentes o recetas desconocidas.