21/02/2025
Ser dietista-nutricionista y trabajar de forma autónoma tiene sus virtudes: eres tu propia jefa y puedes elegir cuando y cómo quieres trabajar. Además, puedes decir qué valores quieres ofrecer en la consulta o tener en tu propio trabajo sin que nadie pueda decirte nada. Todo suena maravilloso y lo que se transmite en redes, MÁS.
Ahora bien, la realidad vas más allá de esto…
Sinceramente, la exigencia y el ideal que nos marcamos a la hora de trabajar cuesta terapia y mucho desarrollo personal. El querer estar en todos los lados, en todos los proyectos y dar lo mejor de ti en todas las consultas. Y ahí, es cuando un día, puedes levantarte cansada, sin energía o que el cuerpo comience a hablar lo que la mente todavía no sabe expresar y te preguntas, ¿en qué momento te has convertido en la propia jefa que siempre has odiado? Por ello, también es importante tener esos pequeños momentos de autocuidado, de disfrute y poder saber PARAR y decir NO.
Por otro lado, hay momentos de incertidumbre laboral y económica, en los que, solo te queda poder seguir dando lo mejor de ti. Estos, muchas veces te permiten parar, buscar nuevas direcciones y alternativas, e incluso, descubrir que hay proyectos o lugares donde ya no quieres estar o ya no quieres seguir. Y, simplemente, te permites seguir, soltar y evolucionar desde la calma y la confianza.
Últimamente me siento así y considero que este es mi espacio seguro para poder transmitirlo y soltarlo. Y si a mí me inspira y me re(conecta) quizás a alguien también.
Soy dietista-nutricionista, mujer y humana. Soy una pequeña mariposa que vuelve a su capullo de seda para volver a (re)nacer, y así, las veces que hagan falta.
Soy una continua metamorfosis🦋.