
07/10/2025
𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐮𝐧 𝐥𝐮𝐧𝐚𝐫 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐫 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨𝐬𝐨: 𝐜𝐥𝐚𝐯𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐭𝐞𝐜𝐭𝐚𝐫 𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐮𝐧 𝐦𝐞𝐥𝐚𝐧𝐨𝐦𝐚
𝑆𝑒ñ𝑎𝑙𝑒𝑠, 𝑠í𝑛𝑡𝑜𝑚𝑎𝑠 𝑦 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑎𝑐𝑢𝑑𝑖𝑟 𝑎𝑙 𝑑𝑒𝑟𝑚𝑎𝑡ó𝑙𝑜𝑔𝑜.
👋 Hola, comunidad. Hoy queremos hablarte de algo que todos tenemos y pocas veces observamos con atención: los lunares. Esas pequeñas marcas que dibujan mapas en nuestra piel pueden ser totalmente inofensivas… pero algunas, con el tiempo, dan señales que conviene no pasar por alto. Si aprendes a reconocerlas, estarás protegiendo tu salud de forma directa y muy poderosa. Tómate unos minutos; te lo explicamos sin rodeos y con ejemplos de la vida diaria.
𝑳𝒐 𝒆𝒔𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒍: ¿𝒒𝒖é 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒍𝒖𝒏𝒂𝒓 𝒚 𝒄𝒖á𝒏𝒅𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒓?
Un lunar (nevo) es un conjunto de melanocitos —las células que dan color a la piel— agrupadas en un punto. La inmensa mayoría son benignos. Los hay planos, ligeramente elevados, de color uniforme o con pequeñas variaciones. Suelen aparecer en la infancia y adolescencia y, en ocasiones, modifican su aspecto muy lentamente con los años. Hasta aquí, todo normal.
El problema comienza cuando ese lunar, que conocías de siempre, empieza a comportarse distinto. O cuando aparece uno nuevo en la edad adulta con características “raras”. Ahí es donde conviene activar el radar y pedir una revisión. No se trata de vivir con miedo, sino de mirarse con criterio.
𝑳𝒂 𝒓𝒆𝒈𝒍𝒂 𝑨-𝑩-𝑪-𝑫-𝑬: 𝒕𝒖 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒏𝒆𝒓 𝒄𝒂𝒔𝒆𝒓𝒐 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒔𝒐𝒔𝒑𝒆𝒄𝒉𝒐𝒔𝒐𝒔
Imagina que llevas un pequeño “kit” mental para valorar lunares. Funciona así:
A – Asimetría: si divides el lunar en dos, ¿las mitades se parecen? Si no, alerta.
B – Bordes: los contornos irregulares, dentados, mal definidos o que se “difuminan” merecen revisión.
C – Color: varios tonos en la misma lesión (marrón, negro, rojizo, azulado, blanquecino) levantan sospecha.
D – Diámetro: más de 6 mm puede ser un criterio de vigilancia; ojo, hay melanomas pequeños y lunares grandes benignos.
E – Evolución: la velocidad de cambio es clave: si crece rápido, oscurece, pica, duele o sangra, no lo dejes pasar.
💡 Truco extra: la “señal del patito feo”. Entre todos tus lunares, hay uno que “no pega”, que desentona. Ese, aunque sea pequeñito, se mira con lupa.
𝑷𝒆𝒓𝒐 𝒐𝒋𝒐: 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒍𝒂 𝒓𝒆𝒈𝒍𝒂 𝑬-𝑭-𝑮 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒏𝒐𝒅𝒖𝒍𝒂𝒓𝒆𝒔
Hay un subtipo de melanoma —el nodular— que puede saltarse parte del ABCDE. Se presenta como un bultito pigmentado (a veces homogéneo) que crece rápido y se nota firme. De ahí la regla EFG: Elevated (elevado), Firm (firme), Growing (en crecimiento). Si aparece un “botón” nuevo que en semanas aumenta, consulta.
𝑯𝒂𝒚 𝒎á𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆𝒍𝒂𝒏𝒐𝒎𝒂: 𝒍𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒇𝒖𝒏𝒅𝒆𝒏
Aunque hoy nos centramos en los lunares peligrosos, recuerda que en la piel también aparecen:
• Carcinoma basocelular: parece un granito brillante que no cura, con bordes perlados y vasos finos visibles; sangra con facilidad.
• Carcinoma espinocelular: suele iniciar como una lesión áspera (queratosis actínica) y puede evolucionar a una herida dura con costra.
Cualquier herida que no cicatriza en semanas merece visita.
𝑻𝒊𝒏𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒐𝒍 𝒆𝒏 𝒄𝒂𝒏𝒂𝒓𝒊𝒂𝒔: 𝒑𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆́ 𝒆𝒏 𝑻𝒆𝒏𝒆𝒓𝒊𝒇𝒆 𝒉𝒂𝒚 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂 𝒑𝒓𝒖𝒅𝒆𝒏𝒕𝒆
Aquí disfrutamos de muchas horas de luz y un índice UV notable gran parte del año. La playa, el senderismo, el trabajo al aire libre y la vida social en terrazas nos regalan bienestar… siempre que añadamos protección inteligente: sombra al mediodía, fotoprotector 50+ a diario, gorra o sombrero, camisetas ligeras de manga, gafas con filtro UV. En el coche, recuerda que las ventanillas laterales no protegen igual que el parabrisas. Y en la montaña o en el mar, el reflejo del agua y la altitud multiplican la radiación.
𝑨𝒖𝒕𝒐𝒑𝒓𝒖𝒆𝒃𝒂 𝒆𝒏 𝒄𝒂𝒔𝒂: 𝒆𝒏 𝟏𝟎 𝒎𝒊𝒏𝒖𝒕𝒐𝒔 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒈𝒓𝒂𝒏 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓 𝒂 𝒕𝒖 𝒑𝒊𝒆𝒍
Busca buena luz y un espejo de cuerpo entero; un segundo espejo para nuca y detrás de las orejas ayuda mucho.
Recorre zonas: cara y cuero cabelludo (separa el pelo), cuello y hombros, pecho, abdomen, axilas, espalda, glúteos y genitales, brazos y manos (palmas y uñas), piernas, plantas y entre los dedos.
Hazte fotos de referencia tras el verano y en invierno. Las comparativas revelan cambios sutiles.
Anota lesiones nuevas o lunares que destaquen por encima del resto.
Aplica ABCDE y la señal del patito feo. Si algo te inquieta, pide cita.
📸 Consejo práctico: crea una carpeta en el móvil con tus fotos corporales por zonas; renómbralas con la fecha. Te sorprenderá lo bien que ayuda a detectar variaciones.
𝑺𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒄𝒍𝒂𝒓𝒐𝒔: 𝒄𝒖á𝒏𝒅𝒐 𝒅𝒆𝒃𝒆𝒔 𝒗𝒆𝒓𝒏𝒐𝒔 𝒔𝒊𝒏 𝒅𝒆𝒎𝒐𝒓𝒂
Aparece un lunar nuevo en edad adulta, sobre todo oscuro o irregular.
Un lunar crece o cambia en semanas/pocos meses.
Notas colores múltiples o zonas negras/azuladas.
Tiene bordes desiguales o se “desdibuja”.
Pica, duele, sangra o hace costra repetida.
Se forma una herida que no cura.
Detectas el famoso “patito feo”.
Tienes muchos lunares (más de 50), lunares atípicos, antecedentes propios o familiares.
Si te reconoces en alguno, no lo pienses demasiado. Pedir una valoración no te compromete a nada, y a menudo aporta tranquilidad inmediata.
𝑬𝒏 𝒍𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒖𝒍𝒕𝒂: 𝒒𝒖𝒆́ 𝒔𝒖𝒆𝒍𝒆 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒓 (𝒚 𝒄𝒐́𝒎𝒐 𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒄𝒊𝒓𝒖𝒈í𝒂 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒉𝒂𝒄𝒆 𝒇𝒂𝒍𝒕𝒂)
Charlamos sobre la historia del lunar (desde cuándo, si cambia, si molesta).
Realizamos una exploración completa de la piel.
Usamos dermatoscopia, una especie de lupa con luz que permite ver estructuras invisibles a simple vista y aumenta la precisión del diagnóstico.
En muchos casos, empleamos cartografía digital: fotografías de alta resolución de todo el cuerpo y macroimágenes dermatoscópicas para comparar con el paso del tiempo.
Si persisten dudas razonables, proponemos extirpación con anestesia local. Es una cirugía menor, dura pocos minutos y permite un diagnóstico definitivo al enviar la pieza a Anatomía Patológica.
✂️ ¿Duele? Se nota el pinchazo de la anestesia y, a partir de ahí, solo presión y manipulación. La cicatriz suele ser discreta; daremos instrucciones para cuidarla bien.
𝑴á𝒔 𝒂𝒍𝒍á 𝒅𝒆𝒍 𝒒𝒖í𝒕𝒂𝒓 𝒐 𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒕𝒂𝒓: 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒕𝒐𝒎𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒍𝒂 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊ó𝒏
Sospecha clínica alta por ABCDE/EFG o “patito feo”.
Cambios documentados en cartografía.
Zona compleja (uñas, mucosas, cuero cabelludo).
Antecedentes personales de melanoma.
Inmunosupresión (medicación o enfermedad).
Lesiones que sangran o ulceran sin motivo.
Nódulos pigmentados de crecimiento rápido.
Dificultad real para hacer seguimiento.
Preferencia informada del paciente.
Cuando el informe dice “melanoma in situ”, la solución suele ser una ampliación de márgenes y controles. Si indica melanoma invasivo, hablamos de parámetros como el índice de Breslow (grosor tumoral), posible ulceración y, en casos seleccionados, estudio del ganglio centinela. Lo importante: llegar pronto cambia el pronóstico.
𝑴𝒊𝒕𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒖𝒆𝒍𝒆𝒏 𝒄𝒐𝒏𝒇𝒖𝒏𝒅𝒊𝒓
❌ “Si el lunar no le da el sol, no es peligroso.”
➡️ Falso. Hay melanomas en plantas de los pies, uñas o cuero cabelludo.
❌ “Mejor no tocarlo para no ‘despertarlo’.”
➡️ Extirpar un lunar sospechoso no lo activa; lo resuelve si era un melanoma inicial.
❌ “Si no duele, no pasa nada.”
➡️ Muchos melanomas no duelen. El dolor no es criterio fiable.
❌ “La crema solar lo evita todo.”
➡️ El fotoprotector ayuda mucho, pero debes añadir sombra, ropa, gafas y horarios.
𝑪𝒖í𝒅𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒄𝒊𝒄𝒂𝒕𝒓𝒊𝒛 𝒔𝒊 𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒕𝒂𝒏 𝒖𝒏 𝒍𝒖𝒏𝒂𝒓
Mantén el apósito seco 24–48 h.
Luego, curas con suero y crema recomendada (antibiótica o vaselina), según indicación médica.
Evita movimientos que tensen la zona durante 7–10 días.
Sol directo, no: mínimo 3 meses con protección alta.
Si aparecen enrojecimiento, dolor creciente, fiebre o supuración, avisa.
Para una marca discreta, podemos aconsejar láminas de silicona o masaje cicatricial.
𝑸&𝑨 𝒓á𝒑𝒊𝒅𝒐 𝒆𝒏 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔
¿Un lunar que pica es malo? No necesariamente; puede ser roce o sequedad. Si además cambia o sangra, ven a revisión.
¿Puedo tener melanoma bajo la uña? Sí. Fíjate en líneas oscuras que se ensanchan o pigmentan la cutícula.
¿Los tatuajes tapan los lunares? Mejor no tatuar encima: dificulta vigilarlos.
¿Cada cuánto me miro la piel? Si no tienes factores de riesgo, una vez al año. Con antecedentes o muchos lunares atípicos, el especialista ajusta la frecuencia.
𝑻𝒓𝒆𝒔 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒕𝒊𝒅𝒊𝒂𝒏𝒂𝒔 (𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆𝒔 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒅𝒐𝒔)
• Marta, 32: tras el verano, notó un lunar nuevo en la clavícula, pequeño pero muy oscuro. Lo quitamos y resultó melanoma in situ. Ampliación de márgenes y vida normal. “Si no me hago fotos, ni lo habría visto”, nos dijo.
• José, 58: un “granito” en la espalda que sangraba al secarse con la toalla. No era un lunar, era un basocelular. Cirugía local y curación excelente.
• Andrea, 44: dos lunares muy parecidos en la pierna. Meses después, uno creció y oscureció por el centro. “Patito feo”. Fue un nevo displásico. Seguimiento y educación solar.
Estas escenas, comunes en consulta, muestran que acudir a tiempo no equivale a malas noticias; suele traducirse en tranquilidad y en decisiones sencillas.
𝑭𝒐𝒕𝒐𝒕𝒓𝒖𝒄𝒐𝒔 𝒚 𝒉𝒂́𝒃𝒊𝒕𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒆𝒔𝒖𝒎𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒑𝒓𝒆𝒗𝒆𝒏𝒄𝒊ó𝒏
Rutina solar: en Tenerife, de 12 a 16 h el sol pega fuerte. Organiza paseos y deporte fuera de ese tramo cuando puedas.
FPS 50+ a diario, la cantidad importa (media cucharadita para cara/cuello). Reaplica cada 2–3 horas si estás al aire libre.
Ropa que protege: gorras/sombreros de ala ancha, camisetas ligeras de manga, gafas con filtro UV.
Niñez: evitar quemaduras en la infancia y adolescencia es oro para el futuro.
Montaña/Mar: radiación por reflejo y altitud; protégete incluso con nubes.
Coche y ventana: considera láminas homologadas con filtro UV si conduces mucho.
Agenda: pon un recordatorio en el móvil cada 3–6 meses para tu autoexamen.
𝑷𝒓𝒆𝒈𝒖𝒏𝒕𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒔 𝒕𝒓𝒂𝒆𝒓 𝒂 𝒍𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒖𝒍𝒕𝒂
¿Qué ve exactamente en este lunar que le preocupa?
¿Se puede vigilar con dermatoscopia o es mejor extirpar ya?
¿Cómo será la cicatriz? ¿Cuidados y tiempo de recuperación?
¿Cuándo tendré el resultado del laboratorio?
Si es benigno, ¿cada cuánto hago controles?
¿Cómo puedo fotografiar mejor mis lunares para comparar?
𝑷𝒂𝒓𝒂 𝒍𝒂 𝒈𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒅𝒆𝒑𝒐𝒓𝒕𝒆, 𝒎𝒐𝒏𝒕𝒂ñ𝒂 𝒚 𝒔𝒐𝒍
🏃♀️ Running y trail: gorra, camiseta técnica de manga, crema resistente al sudor, reaplicación post-entreno.
🏄 Surf y paddle: licra o traje con UPF, crema de barrera para cara y labios.
🏔️ Senderismo: sombrero de ala, agua, fruta y protector en la mochila; reaplica durante la ruta.
⚽ Deporte escolar: recuerda a peques y profes el sombrero y la sombra en los recreos largos.
𝑼𝒏 𝒎𝒆𝒏𝒔𝒂𝒋𝒆 𝒅𝒆 𝒄𝒂𝒍𝒎𝒂: 𝒆𝒍 𝒎𝒊𝒆𝒅𝒐 𝒉𝒂𝒄𝒆 𝒓𝒖𝒊𝒅𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒍𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒖𝒍𝒕𝒂 𝒍𝒐 𝒐𝒓𝒅𝒆𝒏𝒂
Es normal inquietarse cuando una mancha cambia. La palabra “melanoma” impone. Pero el paso más valiente es el más sencillo: preguntar. La conversación con un profesional acomoda las ideas, el examen objetiva las señales y, si hace falta, la biopsia resuelve la duda. La mayoría de las veces te irás a casa más tranquilo y con pautas claras.
𝑹𝒆𝒄𝒐𝒓𝒅𝒂𝒕𝒐𝒓 𝒑𝒓á𝒄𝒕𝒊𝒄𝒐 (𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒈𝒖𝒂𝒓𝒅𝒂𝒓 𝒆𝒏 𝒕𝒖 𝒎ó𝒗𝒊𝒍)
✅ Aprende ABCDE y EFG.
✅ Confía en el “patito feo”.
✅ Haz fotos y comparativas.
✅ Evita sol duro del mediodía; FPS 50+ a diario.
✅ Cambio acelerado, sangrado o ulceración = cita.
✅ Ante la duda, mejor quitar y analizar.
𝑳𝒂 𝒑𝒊𝒆𝒍 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒂, 𝒚 𝒕𝒖 𝒄𝒖𝒊𝒅𝒂𝒅𝒐 𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂
Nuestra piel guarda veranos, excursiones, cumpleaños bajo el sol, tardes de playa y caminatas por Anaga. También acumula cada exceso. Cuidarla no es renunciar: es disfrutar con cabeza. Y cuando un lunar levanta la mano, la respuesta no es miedo, es acción. Un gesto a tiempo aporta años de salud.
En el Centro Médico Villar e Ibarra nos gusta acompañarte en ese camino: resolver dudas, mirar con atención, poner la tecnología al servicio de la tranquilidad y ofrecer un plan adaptado a tu ritmo de vida. Hay quien nos visita con una foto en el móvil y una pregunta sencilla: “¿Esto es normal?”. Esa es, quizá, la mejor puerta de entrada: la curiosidad que cuida. Aquí encontrarás un equipo atento, actualizado y con ganas de explicarte cada paso, desde la dermatoscopia hasta los cuidados de la cicatriz.
𝑪𝒐𝒎𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒎𝒆𝒏𝒔𝒂𝒋𝒆
Si crees que a alguien de tu entorno le puede ayudar, comparte. A veces, un post leído a tiempo cambia una decisión. Y si tienes dudas, deja tu pregunta en comentarios o pide tu revisión. La prevención es un viaje que se hace mejor en compañía.
🧴🧢👒 Protege tu piel, conoce tus lunares y escúchate. Aquí estamos para lo demás.