26/02/2020
Situación en Euskadi
A día de hoy no se ha detectado ningún caso en nuestra comunidad, por lo que no es necesario adoptar medidas especiales, y el riesgo de contagio es muy bajo.
Aun así, Euskadi se mantiene vigilante y dispone de un protocolo de actuación que engloba a profesionales de las urgencias tanto hospitalarias como de los Puntos de Atención Continuada (PAC) ; a la red de emergencias de Osakidetza y a los servicios hospitalarios con responsables directos en cada OSI para estos casos. Todo ello bajo la supervisión de la red de vigilancia epidemiológica y el asesoramiento del Consejo Asesor de Enfermedades Infecciosas Emergentes.
¿Qué es el coronavirus?
Los coronavirus son una amplia familia de virus que se encuentran tanto en animales como en humanos. Algunos infectan al ser humano y se sabe que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).
¿Cómo se propaga este virus?
Si bien no se conoce de forma precisa, por analogía con otras infecciones causadas por virus similares, parece que la transmisión sería a través del contacto con animales infectados o por contacto estrecho con las secreciones respiratorias que se generan con la tos y el estornudo de la persona enferma. Esas secreciones infectarían a otra persona si entran en contacto con su nariz, sus ojos o su boca.
¿Qué puedo hacer para protegerme?
Lávese las manos frecuentemente
Al toser o estornudar cúbrase la boca y la nariz con el codo o con un pañuelo. Tire el pañuelo inmediatamente y lávese las manos con un desinfectante de manos a base de alcohol, o con agua y jabón.
Mantenga una distancia de al menos un metro de las personas que tosen, estornuden y tengan fiebre.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca.
¿Quién corre el riesgo de presentar una forma grave de la enfermedad?
La OMS reconoce que todavía necesitamos conocer más detalles sobre cómo afecta a las personas el virus 2019-nCoV, de momento las personas mayores y las que tienen dolencias preexistentes (como diabetes y cardiopatías) parecen tener un mayor riesgo de presentar