12/05/2025
Queremos dirigirnos a todas las familias e instituciones para aclarar y contextualizar el contenido del taller que recientemente impartimos sobre el consentimiento en la infancia en la Biblioteca Pública de Badajoz "Bartolomé J. Gallardo"
Sabemos que algunas personas han malinterpretado el enfoque del taller debido al uso de la frases como “solo sí es sí, y todo lo demás es no”. Esta expresión, aunque ampliamente conocida en campañas de prevención en adultos, fue utilizada de manera adaptada para ayudar a los niños a entender un concepto fundamental: el respeto por su propio cuerpo y el derecho a decir “no” ante cualquier contacto físico que les incomode.
Queremos dejar muy claro que el taller no abordó contenidos sexuales, ni se habló de relaciones sexuales entre niños ni de ningún tipo de abuso en detalle gráfico o inapropiado para su edad. Lo que sí hicimos fue trabajar, desde un lenguaje adecuado y respetuoso, sobre los siguientes puntos:
• Qué partes del cuerpo son íntimas y deben ser respetadas.
• Qué significa el consentimiento en situaciones cotidianas (abrazos, juegos, muestras de cariño).
• Cómo identificar situaciones que les hagan sentir incómodos o inseguros.
• A quién pueden acudir si algo les hace sentir mal.
• La importancia de respetar también los límites de los demás.
Este tipo de educación preventiva y emocional no tiene nada que ver con introducir a los niños en temas sexuales, sino con ofrecer herramientas básicas de autoprotección, autoestima, y respeto mutuo. Negar o malinterpretar estos espacios puede poner en riesgo la capacidad de los niños y niñas para reconocer situaciones que no saben cómo nombrar, pero que necesitan poder identificar y comunicar.
Agradecemos el diálogo y la preocupación de las familias, y estamos siempre dispuestos a conversar y explicar con transparencia los contenidos trabajados. Nuestra única intención con este taller ha sido proteger y empoderar a la infancia desde el conocimiento, la claridad emocional y el respeto.
Lamentamos profundamente que se haya difundido información errónea y malintencionada sobre el contenido de nuestro taller, generando un discurso de difamación hacia quienes trabajamos con compromiso en la prevención y el bienestar infantil. Difamar o desacreditar sin conocer a fondo la labor educativa que realizamos no solo daña la reputación de profesionales formados y dedicados, sino que también pone en riesgo los avances en la protección real de la infancia. La prevención no debe ser objeto de ataques ni de manipulaciones interesadas; es una responsabilidad colectiva que exige información veraz, diálogo y madurez.
Seguiremos ejerciendo nuestro trabajo con ética, transparencia y respeto, convencidos de que educar para prevenir es una inversión en el presente y el futuro de los niños y niñas.
Porque cada menor tiene derecho a saber cuándo algo no está bien, a entender que su voz importa, y a tener el valor —y el respaldo— para decir “esto me hace daño” y pedir ayuda. Esa es la verdadera protección.