21/03/2024
OIR Y ESCUCHAR
Todo empezó cuando tenía menos de 5 años, con un primer diagnóstico de hipoacusia, un 90% de sordera. Nadie se había dado cuenta hasta entonces, ni mi familia, ni mi escuela. Hasta que un pediatra sospechó que no oía muy bien. No sé cómo lo hice hasta entonces. Supongo que aprendí a percibir de otra manera.
Ya cerca de los 30 años, alguien me dijo que hacer terapia con la técnica Tomatis me iría muy bien. Y así fue. Después de recibirla empecé a crear mis propios proyectos. Hasta el punto que quise saber más de esta técnica que reeduca la escucha y me formé en ella. Porque no es lo mismo que oír que escuchar. Yo ya oía, pero mis oídos y mi sistema nervioso todavía no sabían escuchar.
Al principio era una inquietud personal, pero una vez tuve la formación y las herramientas, en consulta empecé a identificar personas a las que esta técnica podía ayudar. Y así, en el 2004, empecé a trabajar en el ámbito de la reeducación de la escucha y sus impactos.
El profesor A.A.Tomatis, que fue el creador de esta técnica decía que la escucha es tan amplia que abarca del microcosmos al macrocosmos. Ya que podemos hablar de la escucha que se da en cada célula cuando interactúa con otra célula o con el ambiente, hasta la escucha de las emociones, la esucha espiritual o la escucha de la inspiración. Y así, con la técnica que él creó podemos incidir en la conciencia corporal, en las emociones, en la mente, en las relaciones, en la comunicación y el lenguaje, en el aprendizaje, en la creatividad, en el sentido vital, etc. Cuando los parámetros de la escucha están alterados, podemos encontrarnos con dificultades en todos estos ámbitos, además de una alteración en la capacidad de atención.
Para mí, los resultados del test de escucha son de una ayuda inestimable, ya que me ofrecen información sobre la persona, que muchas veces va más allá de lo que ella es consciente. En la escucha de cada persona, se encuentra retratado desde su microcosmos hasta su macrocosmos.
Imagen: listening to the sea, Carl Gussow