14/05/2024
EN EL CORAZÓN DE TODO TRAUMA.
En el centro de todo trauma hay una terrible sensación de aislamiento, desconexión y soledad.
Sigue tu trauma hasta su núcleo devastador, amigo, hasta su corazón de oscuridad, e inevitablemente encontrarás la herida del abandono, el dolor de todos los dolores.
Abandonado por madre, padre. Olvidado e incomprendido por el mundo. Expulsados del cielo y separados de la Deidad. Separado de la vida.
Por supuesto, es una ilusión. Nunca estuviste separado de las montañas, los bosques, las gotas de diamante del rocío de la mañana. Nunca estuviste roto, nunca pudriste en tu interior, nunca te separaste del Uno. Siempre fuiste amado. El terrible corazón de las tinieblas fue siempre tu propio y exquisitamente hermoso corazón de luz, tan frágil, tan poderoso, tan adorable, tan real.
En última instancia, otros no pueden salvarnos. Cada uno de nosotros estamos llamados a enfrentar nuestra soledad, sumergirnos en el corazón de nuestro trauma y encontrar allí consuelo y santuario. Otros pueden tomar nuestras manos temblorosas pero no pueden viajar por nosotros.
No existe un salvador externo, y la mentira del amor es que otro ser humano (padre, pareja, gurú o dios) puede completarte.
No. Tu plenitud está en tu quebrantamiento. No podemos salvarnos unos a otros, pero podemos llorar juntos, caminar juntos, compartir nuestro terror, nuestro horror, nuestra vergüenza, nuestra esperanza y nuestro asombro.
Caminando por el bosque al amanecer, nuestras miradas se encuentran.
Reconozco como mío tu anhelo:
El amor es un reconocimiento.
-Jeff Foster-