04/05/2025
Ser madre es un sentimiento muy grande, profundo, amoroso y conlleva mucha responsabilidad. Una vez que empiezas no se puede dar marcha atrás, ni hay libros donde se pueda aprender esta asignatura tan difícil, mágica y complicada en la que te ves metida.
En todo el transcurso del camino, eres observadora, maestra, juez, severa, temerosa, inflexible, alegre, positiva, confiada, transparente y, a pesar de todo, sigues creyendo que eres una aprendiza, te sientes examinada por el resto del mundo, sabiendo que lo estás haciendo lo mejor que sabes e intentando ser lo más justa posible.
En una de las etapas más bonitas de nuestra evolución sentimos, respetamos y amamos incondicionalmente, ya que es innato en nosotras, forma parte de nuestra naturaleza humana.
Gracias, mamá por enseñarme, creer en mí y ayudarme a ser la persona que soy. Por tu infinita paciencia en situaciones duras, siempre haciéndolo con todo el amor.