10/10/2025
Hoy estaba en un paso a nivel esperando que pasara el tren y me he sorprendido pensando en si sería buena idea hacer un plan de pensiones, en el interés compuesto, en si con unos 20 años de trabajo por delante podré ahorrar lo necesario…
Y me he dado cuenta de que, como adulto que soy, mi cabeza se ocupa de cosas de adulto. Pero no ha sido eso lo que me ha preocupado, sino la sensación de que esos 20 años que me separan de la jubilación me parecen cortos, extremadamente cortos y cercanos. Una sensación que no recuerdo haber tenido a los 30 respecto a los 50, ni a los 20 respecto a los 40.
He recordado haber leído en algún sitio que, cuanto más vivimos, la sensación de que el tiempo pasa más rápido se debe a que repetimos patrones y conductas una y otra vez, dejando cada vez menos espacio para la novedad, la aventura, el misterio y la incógnita que podían guiar nuestra vida de pequeños o incluso de jóvenes. Por eso la memoria no registra los recuerdos del mismo modo.
Preguntado sobre cómo conseguir detener el envejecimiento, un maestro Shaolin, Shi Heng Yi, explicaba que si nuestra mentalidad está enteramente enfocada en cosas de adultos —serias, estrictas y encajonadas—, en envejecer y en cómo afrontarlo, nuestro cuerpo inevitablemente lo sigue.
Que si queremos evitar el rápido avance de la vejez (que no tiene que ver con los años caminados, sino con el sentir), hay que hacer espacio para pensar como un niño: de forma espontánea, despreocupada y buscando siempre el disfrute del momento presente. A un niño rara vez lo verás sentado en un rincón recordando lo bien que lo pasó la semana pasada o planeando cómo va a jugar con sus amigos la semana que viene. Vive en el presente.
Así que he ideado un plan antiaging para evitar tener que ponerme cremas antiarrugas o tomar pastillas para la caída del pelo: crear espacios —aunque sea con calzador— para el juego, la aventura, la risa y el momento presente.
Voy a imaginar expediciones imposibles a mundos imaginarios y me lanzaré a correr por los prados en busca de tesoros. No nos queda otra…
¿Te vienes?
Mitakuye Oyasin
David – Equipo de organización Camí del Cor 💓