16/10/2025
En la familia, no todo conflicto es casual ni todo silencio es vacío. Muchas veces, lo que percibimos como tensión, reproche o malestar cumple una función que escapa a la mirada inmediata, y a falta de una ayuda que lleve a una solución: mantiene un equilibrio invisible, sostiene vínculos y evita que la estructura familiar se derrumbe.
Los síntomas, las peleas recurrentes, los secretos que nadie se atreve a nombrar, las palabras que se callan, todo ello puede ser la manera en que la familia se protege a sí misma, incluso en su dolor.
Esta “enfermedad familiar” no es un accidente ni tiene porqué ser una condena: es un mecanismo de defensa simbólico que preserva la vida del grupo. Comprenderlo ya implica mirar más allá de lo que duele y reconocer la función que cada tensión cumple. Solo desde esta comprensión podemos empezar a transformar los conflictos sin destruir aquello que protege la unidad familiar.
Reflexiona: ¿qué mantiene a tu familia unida sin que lo notes? ¿Qué malestar, qué silencio, qué disputa podría estar cumpliendo un papel de protección que todavía no has visto?
Familia