21/11/2025
Piernas bien calentitas y el café lo dejo en pausa...
Empieza Hemanta, el invierno temorano según Ayurveda, y siento que es un momento donde ocurren dos cosas dentro de mí: el viento afuera se vuelve más fuerte, seca mi piel y altera mi mente, pero a la vez, el fuego en mi estómago crece para mantenerme cálida.
Por eso ahora más que nunca necesito nutrirme con calor y alimentos que me den peso y protección.
Me gustan los sabores dulces que fortalecen los tejidos, los ácidos que despiertan mi apetito y calman el viento, y el salado que me ayuda a retener la humedad y el calor.
En mi mesa no faltan el ghee, aceites tibios de sésamo, cereales integrales, legumbres bien cocidas con especias suaves, verduras de raíz, un poco de pescado azul o aves grasas, y mis infusiones calientes con jengibre para activar la digestión.
También cuido de mí con abhyanga con aceite tibio, mantengo mi cabeza, cuello y pies protegidos del frío y evito estar mucho rato al aire libre cuando sopla la tramontana aquí, en Cataluña.
Como con calma, de forma regular, sin dejar que aparezca el hambre ni caer en dietas restrictivas.
Evito el frío en la comida y los picoteos secos que solo aumentan la sequedad.
Y mientras doy un respiro al café y otros estimulantes, recuerdo que alimentar mi fuego interno con cariño es fundamental para no dejar que me consuma.
Y guardar mi calor es mi manera de proteger la paz y el equilibrio en esta estación tan especial.