26/06/2025
Tal y como es en la camilla suele ser en la vida. La diferencia es que en la camilla estás en un espacio contenido, seguro y sin juicio.
Un lugar donde puedes explorar ser tu misma, experimentar más allá de los patrones y personajes en los que estamos encorsetados en nuestro día a día, en mayor o menor medida.
En la camilla y en las formaciones estos últimos años he aprendido a tomar mi espacio. No me corto un pelo. Si he de llorar, lloro. Si he de gritar, grito. Si la experiencia es placentera le pongo voz. Si estoy sintiendo mis límites en el cuerpo, me quejo etc.
No me corto ni un pelo y tomo el espacio que me corresponde.
Sin miedo a molestar, sin miedo al qué pensaran, sin hacerme pequeño o reprimirme y sin esconder lo genuino que emerge.
Y así como está siendo en la camilla, está siendo en la vida. Expansión y espacio.
Te invito a tomar tu espacio durante tu masaje. A confiar en lo genuino que emerge y confiar que va a ser acogido con una mirada suave y compasiva. Tu también puedes 🙂.
Aquí puedes atravesar el dolor de una manera amable, no has de seguir aguantando tanto como aguantas en tu vida. Respíralo.
Aquí puedes quejarte, suspirar y llorar. No hace falta que aguantes el personaje de niño/niña buena que no se queja.
Aquí puedes pedir lo que necesites, y si te cuesta practicar.
Aquí también puedes NO hacer nada de esto y disfrutar del cuidado y de la piel. No te voy a empujar a ir más allá de lo que necesites, pero siempre vas a tener la puerta abierta para explorar nuevas posibilidades.
Con amor,
🤍
Iñaki
