25/07/2025
Joanna Macy ha mu**to. Y la Tierra lo sabe.
El 19 de julio de 2025 dejó este mundo una de las pensadoras más profundas, coherentes y amorosas de nuestro tiempo. Una mujer que ha inspirado mi camino profesional y personal profundamente.
Filósofa, activista, escritora, budista, madre del Trabajo que reconecta. Joanna Macy fue, sobre todo, una mujer que sostuvo el dolor del mundo sin disociarse, sin adornarlo, sin convertirlo en mercancía. Una mujer que se atrevió a decir que sufrir por la Tierra es, en realidad, una expresión del vínculo más profundo que podemos tener con la vida. Y que lo verdaderamente loco sería, no sufrir por ella.
Nos enseñó a desobedecer el mandato de la anestesia. A dejar de vivir con el corazón blindado. A comprender que no hay transformación posible sin contacto con el sufrimiento. Que el dolor, cuando se acoge en comunidad, cuando se nombra, cuando se ritualiza, deja de ser carga individual y se convierte en combustible colectivo.
Gracias a ella, la palabra “esperanza” dejó de ser promesa ingenua y pasó a ser una elección activa: la decisión diaria de actuar en favor de lo que aún puede florecer. Incluso cuando no sabemos si florecerá. Incluso cuando no estaremos aquí para verlo.
Quienes trabajan por el bien común, quienes lloran al ver una especie extinguirse, quienes cuidan un huerto en medio del asfalto o sostienen un duelo que no es suyo, están, aunque no lo sepan, haciendo resonar su legado.
Gracias Joanna, descansa en paz en la Tierra que tanto amaste, amas y amarás. Nosotras, seguiremos poniendo nuestra sensibilidad al servicio del mundo, en parte, gracias a ti.