21/07/2025
Mira que yo soy la primera que me encantaba eso del "veranito ideal" en el que hacía y tenía mil planes, estaba todo el día arriba y pabajo, hasta tener días de estar casi más cansada que si estaba trabajando.
En el momento en el que eso empezó a cambiar por diversas situaciones, vino la frustración, los bajones...
Y aquellas veces en las que el último mes de trabajo antes de las vacaciones ya solo pensaba: "que llegue el día, que llegue el día...". Y de pronto era parar, y caer enferma.
Sentía que si no tenía planes no estaba disfrutando.
Hasta que entendí que había salido de un piloto automático para meterme en otro.
Y otra vez el bucle.
Por supuesto que las vacaciones es para disfrutar, para hacer cosas que normalmente no puedes porque hay otras prioridades, para descansar... lo importante es que no se convierta en otra fuente más de estrés, de viajar corriendo para verlo y hacerlo todo, de correr a los centros comerciales porque se acaban las rebajas, etc etc.
Que sea un momento de volver a ti y, si lo sientes, de reflexionar por donde has caminado y hacia dónde vas.
Estar por ti, con todo lo que implica.
Si quieres saber cómo hacer esto, tengo una clase ideal para ti, para que vuelvas a ti alineando tu mundo interior y sentirte más conectada y más tranquila.
Escribe CLASE y te la envío.