25/06/2018
CRONICA DE UNA FUGA
La encontraron mu**ta casi de madrugada. Tumbada en la arena sobre su pareo leopardo, como una bañista cualquiera pero sin latido. Solo la noche la delataba.
Se sabe que la muerte no la cogio por sorpresa. No la sobresalto como un ladron en la penumbra, sino que le vino de frente. Se sabe q ella no se resistio. Se dejo abrazar con inocencia pueril, como si de una madre que te conduce al sueño se tratara. Una leve sonrisa insinuada en su rostro nos lo revela. Mueca suave de agradecimiento y descanso que tal vez dejo como mensaje de alivio para los que aqui nos quedamos.
Se piensa q estuvo llorando. Aunque la sal de sus mejillas bien podria deberse al agua del mar, se cree q eran lágrimas por el sabor amargo q caló hasta capas hondas de su rostro y su cuello. Y aunque por el sabor no hemos podido descifrar la causa, suponemos que era un dolor antiguo que la acompañaba.
Por testigos q la vieron sabemos con certeza q se bañó en el mar y q estuvo alli, flotando tumbada largo rato. Imaginando, tal vez, que si una se relaja lo suficiente puede morir cuando quiera.
Sospechamos que fue ella quien embistio a la muerte sin aviso y no a la inversa. Tal vez la muerte la tomara por piedad aunque no fuera su tiempo, pero vemos mas provable que ella Se aferrara a su guadaña y la forzara a arrastrarla mas alla de la playa.
No podemos saberlo, pq la muerte no dejo mas huella de su paso que el gesto sereno y sin latido de la chica sobre la arena. Y la chica no dejo mas datos q su cuerpo deshauciado y la sal amarga calada en su rostro agradecido.
Desde aqui, solo deseamos q descanse en paz. Y que el balanceo constante de las olas acune y calme su tristeza para siempre.