27/09/2017
El sentido de identidad que nos separa de los demás:
Hace tiempo llego a mí la frase “Crecer no es tratar de ampliar tu mundo alargando los muros, es derribarlos.”.
Que maravilloso sería poder derribar los muros, que persona tan plena y segura debes ser para tener la valentía de hacer tal cosa. Pero el visualizarse sin muros da miedo. El principal problema es que nos asusta perder nuestra identidad, y eso al ego le genera desconfianza, es más le aterra.
Mientras vencemos el temor de derribar muros hay que dejar los que te dan seguridad pero cada vez más flexibles y adaptables, y no tan robustos, gruesos e impenetrables como antes. Hoy he encontrado un símil más fácil de visualizar, que da más ganas de derruir los muros sin ningún tipo de temor.
Somos como una botella de vidrio llena de agua marina tapada en el mar, sólo nos separa de la inmensidad del mar, una fina capa de vidrio. Verdad que os entran ganas de disolver ese vidrio que os separa y fundiros con la totalidad del mar?, formar parte de toda su envergadura, sus vivencias, su sabiduría, sentir todas las experiencias de cada gota de agua como si fueras uno.
