07/12/2023
Basureado, descalificado, negado, herido.
El Ego es la instancia psíquica que regula las imágenes con las que nos identificamos en términos de identidad. La base de formación del Ego es “la herida” porque es allí donde se han formado la mayoría de las imágenes de nosotrxs mismxs.
El Ego forma un mecanismo de defensa a nivel inconsciente que consiste en enviar la herida a la sombra para que no nos duela de la manera en que nos dolió en su origen y de esta manera la herida comienza a pulsar desde el inconsciente de manera que la veamos para poder sanarla.
¿Cómo pulsa la herida? haciéndonos sentir de manera repetida la misma emoción incómoda una y otra vez y de esta misma manera se repiten las circunstancias de vida (tropezar una y otra vez con la misma piedra).
Muchas veces confundimos el Ego con el Narcisismo. Y este último es una forma patológica de defendernos de un Ego profundamente herido donde solo podemos ver lo bueno que hay en nosotros a como de lugar.
El mayor problema con que nos encontramos respecto al Ego es que pensamos que somo eso: una instancia psíquica, la herida, imágenes. Lo que REALMENTE SOMOS según la filosofía, las tradiciones espirituales y la experiencia clínica transpersonal es el ALMA.
Nuestra verdadera Identidad es el Alma.
La luz del Ego es que nos muestra la herida que es por donde entra la Luz del Alma, una instancia de crecimiento y evolución.