05/02/2024
- 5 de febrero 2024
*La vida a mil revoluciones, sí soy.
En pandemia me prometí a mí misma que nunca, nunca más volvería a perder los espacios conmigo. Y es que recuerdo esa sincronía en la que nada hacía, pero a nadie me debía como una de las etapas con más paz de mi vida. Hay veces que no es hasta que veo lo rápido que todo pasa y las muchas cosas que a otros cosas les llegan, cuando me doy cuenta de la importancia de vivir. En segundos. El no esperar el mañana sin duda seria una buena post data, a la vez que el mejor propósito para este año.
*Una cerveza con amigas un domingo cualquiera es sinónimo de vida.
No hay duda. Y es que, cuando sucede, es solo mirarlas y sentir que aunque no tengamos buen día, aunque a días solo queramos ser escuchadas, nos aprendemos. Y digo nos porque sin las visiones de todas resolviendo los mil casos de FBI presentados sobre la mesa, nada seria lo mismo. Ninguna seriamos las mismas. Y es que las adoro tanto como las necesito, a partes iguales.
* Ojalá algún día poder volver a disfrutar del vuelo.
Un trámite. Así clasifico el volar desde ya hace un par de años. Lo vinculé en su día a una temporada de picos de ansiedad fuerte en los que era subirme a un avión y literalmente sentir que me faltaba el aire. Desde ese momento, lo que antes era placer, se convirtió en ahogo, y lo que antes era ahogo, ahora ya es reto y superación constante. Cada vez que vuelvo a tocar un suelo distinto pienso: “no lo dejes nunca”, y yo solo pido que esta telenovela de amor- odio completamente irracional que vivo me acabe dando tregua pronto.
M.