05/12/2025
¿Qué pasaría si te dijera que un simple dado puede enseñarte a fluir de verdad?
A este dado le tengo mucho cariño porque siempre me recordará a una usuaria que, por mucho que trabajáramos en sesión, repetía el mismo patrón: “dejo que la cosa fluya”, lo que le generaba mucho malestar y frustración.
Empezamos a tirar el dado para ver cómo iría el tiempo entre sesiones. Spoiler: casi nunca salía el número que ella quería. Lo curioso fue que empezó a dialogar con el dado… y, sin darse cuenta, también empezó a dialogar con las personas con las que “fluir” le resultaba tan difícil.
Descubrió algo muy valioso: fluir no significa callar ni dejar que la vida decida por ti; fluir también es estar presente, expresar lo que necesitas y abrir espacios de diálogo. Cuando tomó las riendas de sus decisiones, su malestar disminuyó y el verdadero fluir apareció.