
14/05/2025
¿Y si el problema nunca fue la comida?
Tal vez no comes por hambre,
sino por vacío.
Por angustia.
Por un amor que no llegó como lo necesitabas.
La forma en que mamá te nutrió,
emocional y físicamente,
marcó la base de cómo hoy te relacionas contigo,
con tu cuerpo y con la comida.
Si fue fría, ausente, invasiva o confusa…
quizás hoy repitas esos patrones
cada vez que eliges desde el castigo en vez del cuidado.
💥 Sanar el vínculo con ella no es culpar.
Es comprender.
Y desde ahí, liberarte.
Porque sí: puedes aprender a nutrirte desde el amor.
Desde el autocuidado.
Desde un lugar nuevo, más tuyo.
🌿 Si esto te resuena, te invito a explorar la sanación del vínculo madre-hija.
No sólo cambia tu alimentación.
Cambia tu vida.
💬 ¿Te has sentido identificada?
Te leo en los comentarios.
Con cariño
Mercè