07/12/2015
EL CUIDADO DIARIO DE LA PIEL SECA
La elección de cosméticos debe ser fruto del conocimiento de nuestra piel y de sus necesidades. Para el cuidado y la protección de cada tipología de dermis y para cada edad existen productos específicamente formulados. Estos apuntes técnicos y estos consejos para los cuidados diarios van dirigidos a las personas que tienen la piel excesivamente seca.
La piel seca puede tener diversas causas: tendencia genética, medicaciones agresivas, demasiada exposición al frío o al sol, envejecimiento natural, etc. Pero la sequedad se produce siempre por dos factores: falta o pérdida excesiva de agua (deshidratación) o deficiente secreción de grasa por las glándulas sebáceas. Una piel sana, elástica y confortable requiere mantener el contenido de agua del estrato córneo en un nivel óptimo. Las pieles secas muestran alteraciones de ciertos componentes, cuyos niveles pueden restaurarse mediante cosméticos adecuados. La hidratación es la mejor herramienta para mantener la piel joven y retrasar la aparición de los signos del envejecimiento.
A nivel cosmético hay tres tipos de activos que potencian la hidratación de la piel:
Ingredientes filmógenos: forman una película grasa que evita la evaporación de agua. Ejemplos de ello son los aceites naturales de plantas, la lanolina y sus derivados, las ceramidas y las siliconas. Sustituyen el sebo que las glándulas sebáceas de la piel no están aportando en cantidad suficiente.
Ingredientes higroscópicos: retienen el agua y en ciertos casos la devuelven a la epidermis. Algunos ejemplos serían:
Ácido hialurónico de alto peso molecular.
Alcoholes poli-hídricos: glicerina, propilenglicol, maltitol, eritritol.
Azúcares: maltosa, trehalosa, miel y sus extractos.
Factor de hidratación natural (FHN).
El Factor de hidratación natural (FHN) tiene un papel fundamental en la piel. Está compuesto por moléculas procedentes de la descomposición de proteínas, por sudor y por sebo de la piel y su principal función es mantener la humedad de las capas más externas frente a la desecación producida por el medio ambiente. La industria cosmética ha conseguido identificar las moléculas que lo componen y fabricar FHN sintéticos que pueden incorporarse a los tratamientos hidratantes. Un ejemplo sería la siguiente mezcla: colágeno hidrolizado, propilenglicol, lactato de sodio, sodio PCA, urea y alantoína.
Ingredientes hidratantes: potencian el paso de agua hacia el interior de la piel. Es imposible enumerar aquí todas las sustancias con esta propiedad, pero un resumen podría ser este:
Extractos de plantas: aloe, artemisia, diversas especies de Echinacea, soja, jazmín, Myrica cerifera, amor en la niebla (Nigella damascena), aguacate, diversas especies de Prunus, Quillaja saponaria, rosa, caña de azúcar, ruibarbo, salvia, tara (Caesalpinia spinosa), cardo de algodón, haya, olmo, etc.
Proteínas y sus hidrolizados: colágeno y sus aminoácidos, derivados de glutamato, de metionato, etc.
Ácido hialurónico y sus derivados de bajo peso molecular.
Moléculas activas de muy bajo peso molecular: hexapéptidos, pentapéptidos, etc.
La acción de estos ingredientes sobre la hidratación de la piel puede verse potenciada, además, con emulsiones que incrementen su penetración a través del estrato córneo. Incluso pueden ser vehiculizados a través de formas cosméticas de alta tecnología, como liposomas, microcápsulas y otras.
Rutina diaria
Hemos de adquirir nuestros cosméticos en base a los ingredientes adecuados para piel seca. El consejo de nuestro farmacéutico también nos puede ser muy útil. Esta pauta diaria es la que se recomienda.
Por la mañana y por la noche:
1. Limpieza: Lavado suave del rostro para eliminar cualquier impureza que interfiera el contacto máximo entre la piel y el cosmético de aplicación posterior. Podemos utilizar dos tipos de productos:
Leches, toallitas, mascarillas limpiadoras. Se aplican sobre el rostro mediante un masaje ligero. Se retira el producto con un pañuelo de papel sin enjuague con agua. Puede retirarse el exceso de estas emulsiones con una loción hidratante. Este tipo de fórmulas contienen aceites y emulsionantes que eliminan la suciedad de la piel sin resecarla. Son las formas cosméticas más adecuadas para la pieles muy secas.
Geles o espumas facial especiales para pieles secas, cuyos ingredientes limpiadores sean dérmicamente compatibles, suaves y no irritantes. Se masajea el rostro suavemente y se enjuaga posteriormente con agua. No es la mejor opción para pieles extremadamente secas.
2. Hidratación: Hemos de seleccionar la crema más adecuada a nuestra piel. Los productos comerciales ya detallan claramente en el etiquetado su funcionalidad. Los hidratantes han de aplicarse justo después de la limpieza del cutis.
Si se trata de una piel joven, una crema hidratante sencilla será suficiente. En cambio, para pieles maduras o con problemas más graves de sequedad hay que recurrir a cremas menos ligeras y con principios activos antienvejecimiento además de los hidratantes, es decir cremas multifunción.
Pero para obtener los mejores resultados lo ideal es alternar una crema de alta hidratación con otra de tratamiento antiarrugas. Si por la mañana se aplica la hidratante, se utiliza la antiarrugas para la noche. En casos extremos es recomendable aplicar crema en el rostro más de dos veces al día.
Ante el gran abanico de cosméticos para pieles secas que ofrece el mercado, lo más importante es conocer nuestro tipo de piel. Después hay que probar diferentes marcas para averiguar qué productos son más efectivos y se adaptan mejor a nuestra dermis. Porque, aunque la industria cosmética estudia mucho sus fórmulas y selecciona cuidadosamente los activos apropiados, no existen dos pieles iguales.