Recicla tu actitud

Recicla tu actitud Terapeuta Gestalt especializada en adolescencia. Espacio terapéutico para recuperar vínculos familiares con la adolescencia. ¿Qué ofrecemos?

Terapia individual para adultos, adolescentes y emprendedores. En realidad todos estamos capacitados para resolver nuestros asuntos. Para ello es necesario, vivir el presente, hacernos responsables de lo que nos pasa y poner consciencia en cómo nos afecta la actitud con la que nos enfrentamos al día a día. La terapia Gestalt facilita que encontremos nuestras propias herramientas para conseguir viv

ir en harmonía con nosotros mismos y nuestro entorno. El terapeuta es entonces un facilitador. Un mediador entre tu ego y tu verdadero yo.

¿Sientes que algo te incomoda en tu vida, que hay algo que siempre se repite en tus relaciones con los demás, que no consigues tus objetivos por más que te lo propones o, simplemente, quieres conocerte mejor?
¿Quieres saber cómo puedo ayudarte?

Esto es un logro terapéutico.Y no, no es pequeño.No es fácil ponerle palabras a lo que sentimos.Mucho menos cuando tiene...
22/07/2025

Esto es un logro terapéutico.
Y no, no es pequeño.

No es fácil ponerle palabras a lo que sentimos.
Mucho menos cuando tienes 14, 15 o 16 años.
Y no te enseñaron a expresar, a decir cómo estás sin miedo.

Pero cuando lo logran…
cuando se atreven a mirar hacia dentro,
a reconocer lo que sienten y contárselo a alguien…
eso ya es transformación.

👇 Te comparto este fragmento, con su permiso:



“Por otra parte, también hablamos de la introspección, es decir, de conocernos y entender qué sentimos en cada momento.
Cuando nos molesta alguna emoción, qué sentimos y por qué lo sentimos, expresar nuestros sentimientos a los demás, ya que ellos no saben cómo podemos sentirnos en realidad.
Creo que en este tema he mejorado muchísimo. Sé lo que siento y, cuando algo me molesta, lo digo, no tengo miedo.
Sobre todo lo he hecho con mis familiares, para que puedan entenderme y vean que no hay nada malo en decirlo”


💬 ¿Y tú? ¿Recuerdas cuándo fue la primera vez que te atreviste a decir lo que sentías?

Muchos padres se sorprenden:“Los he criado igual, pero han salido muy distintos”.Y es que una persona construye su carác...
20/07/2025

Muchos padres se sorprenden:
“Los he criado igual, pero han salido muy distintos”.

Y es que una persona construye su carácter durante la infancia.
Hasta los siete u ocho años, y en base a sus vivencias, forja ese personaje con el que se relacionará con el mundo.

Los llamados mecanismos de defensa son estrategias que desarrollamos de pequeños para sobrevivir.
No son defectos, son adaptaciones.

Por eso no basta con educar “igual”.
Tú no eras la misma cuando nació el primero que cuando llegó el segundo.
Y aunque hayan crecido bajo el mismo techo, no vivieron lo mismo.

Cada criatura configura su carácter según cómo vivió lo que le tocó vivir.
Lo que para uno fue exigencia, para el otro pudo ser abandono.
Y lo que para ti era una frase inocente, para ellos pudo ser una herida que se volvió patrón.

Sin darnos cuenta, podemos reforzar roles que luego son difíciles de soltar.
La niña que siempre fue “buena” y olvidó sus propias necesidades.
El niño que solo recibía atención si se portaba “mal”.

Por eso insisto tanto en la adolescencia.
Es una etapa clave para revisar, sanar y reconfigurar.
Porque no podemos cambiar la huella de la infancia, pero sí conocernos lo suficiente para modular cómo nos relacionamos con el mundo desde ahí.

¿Qué personaje desarrollaste en tu infancia?
Déjamelo en comentarios

Tu hijo es igual que todos los adolescentes.(Y cómo esto te ayudará a entenderlo)POST 1/2El otro día, cenando con una am...
29/06/2025

Tu hijo es igual que todos los adolescentes.
(Y cómo esto te ayudará a entenderlo)
POST 1/2

El otro día, cenando con una amiga, me dijo:

—Ver tus stories me hizo entender algo.
—Qué interesante, cuéntame.
—Yo pensaba que mi hija tenía la habitación como una leonera para fastidiarme como señal de rebeldía y ahora que sé que no soy la única, me quedo más tranquila.

Y sí, la explicación fácil es que su habitación es el reflejo de cómo está su mundo interior… ¡patas arriba!
Te diré más, ellos no ven el desorden, por eso no sienten la necesidad de ordenar su habitación.

Frases del tipo “no sé cómo puedes dormir en esta cuadra” tampoco ayudan. Mucho menos “eres un cerdo” o “así no te va a querer ningún chico”.

Obviamente tiene que haber unos mínimos de convivencia y salubridad, pero tampoco es muy funcional estar cada día detrás de ellos señalando lo que está mal según nuestros estándares de orden.

Negocia con él unos mínimos (tienes un post sobre negociación en mi feed) por ejemplo, limpiar su habitación una vez a la semana. Esto sería llevar la ropa sucia a su sitio, sacar el polvo, barrer y fregar.

Pero, antes de seguir:
¿Alguna vez te has puesto con él a limpiar su habitación?
¿Sabe dónde están y qué productos de limpieza debe utilizar?
¿Le has enseñado cuál es el orden adecuado de las tareas?
¿Sabéis cuánto tiempo le llevaría hacer todo esto a él solo?

– Pacta qué día lo va a hacer.
- Concreta cuál es la hora límite para terminar.
- Verifica, con él delante, que está todo ok.
– Negocia cuál será la consecuencia en caso de que no cumpla con su compromiso.

Las consecuencias tienen que estar relacionadas con los actos pactados.

Esto no es motivo para anular pagos ni semanadas.
Y mucho menos retirar el móvil.
No sería edificante.

¿Quieres un ejemplo? Seguimos en el post 2/2, estate atenta.



La adolescencia no es una isla. Es… una península (ibérica).A veces, los adolescentes parecen vivir aislados: encerrados...
12/06/2025

La adolescencia no es una isla. Es… una península (ibérica).

A veces, los adolescentes parecen vivir aislados: encerrados en su habitación, con los auriculares puestos, saliendo solo para comer (o para ducharse… con la música a todo trapo, eso sí).

Y como padres sentimos que no podemos llegar a ellos. Como si vivieran en una isla.🏝️

Pero no. No están en una isla.
Están en una península. Y concretamente, en la Península Ibérica.

Ya sabéis que soy muy fan de las metáforas (gran herramienta en terapia). Porque a veces nos ayudan a ver lo que está pasando de otra manera.

Imagínate esto: tú vives en Francia. Tu hijo, en la Península Ibérica.

Entre medias… los Pirineos.
Para llegar hasta él, hay que cruzar la cordillera. Y se puede hacer de muchas maneras: escalando el Aneto o buscando un paso más sencillo, bordeando por los extremos…🌊

Pero claro, una vez llegas, te encuentras con otro idioma: catalán, vasco…
¿Te suena?
“Es que no entiendo lo que dice”
“Es que no entiendo cuando habla con los amigos”
“Es que no entiendo sus publicaciones esas que hace…”

Spoiler: que no entiendas el idioma no te ha impedido nunca hacer turismo, ¿verdad?

De lo que se trata es de conocer el mapa 🗺️
Saber por dónde cruzar.

Porque problemas, todos los tenemos. En el mapa, las cordilleras. 🏔️🏔️🏔️
Francia tiene los Alpes, pero la Península Ibérica también tiene muchas cordilleras.

La clave está en recuperar ese mapa que todos tenemos (sí, tú también fuiste adolescente).
A lo mejor solo hace falta desempolvarlo y recordar cómo cruzar los Pirineos.

¿Te acuerdas de tus clases de geografía? 😉
Cuéntame: ¿cómo fue tu adolescencia?

¿Todo bien?¿Cuántas veces le preguntas a tu hijo adolescente cómo está?Cuando pregunto a mis pacientes:”¿Cómo estás?”me ...
10/06/2025

¿Todo bien?

¿Cuántas veces le preguntas a tu hijo adolescente cómo está?

Cuando pregunto a mis pacientes:
”¿Cómo estás?”
me contestan que es la pregunta más incómoda que les hago. Sobre todo los adultos.

Así que, como nos incomoda, tampoco la hacemos.
Vamos con el piloto automático y preguntamos: ¿Todo bien?

👉 ¿Qué esperas que te contesten si ya estás limitando la respuesta?
👉 Y si te contestan: “No, todo mal”, ¿qué harías?
• Uf, ¿ahora qué te ha pasado?
• ¿Con quién te has peleado?
• No me digas que has suspendido.
• ¿Se te ha roto una uña?
• ¿Estás enferma? ¿Te duele algo?
• ¿Ya te ha dejado? Se veía venir…
• ¿No habrás ido con ese chaval? Ya te lo dije, es mala gente.

¿Qué tienen en común estas respuestas?
• Juicio
• Falta de escucha, de atención
• Invalidación
• Minimización

¿Por qué hacen esto un padre o una madre?

Parece que quieran anticiparse, tener el control de lo que le pueda pasar a su hijo, poniéndose en esas situaciones.

El problema es que con esto interrumpimos la poca comunicación que nos queda con ellos.
Con los adolescentes.

Cuando un adolescente se siente juzgado o invalidado, se cierra en banda.
Y ya lo has perdido durante un tiempo.

Luego te quejarás cuando solo te escriba para pedirte algo.

Si realmente quieres saber cómo está tu adolescente, empieza por hablar sobre cómo estás tú.

No me cansaré de decirlo: somos un ejemplo, aunque parezca que no nos miran.

👉 Si le cuentas que tuviste un conflicto con una compañera de trabajo, es mucho más probable que otro día, o en ese mismo momento, te explique cómo se sintió después de pelear con una amiga.

Recuerda:
Ya no son niños.
Les pasan cosas, acordes a su edad, que necesitan aprender a gestionar.

Necesitan modelos para hacerlo.
Pero si les “exigimos” que todo esté bien, no podrán aprenderlo en casa. Y lo harán fuera, en el mundo real.
Ahí, no hay red para las caídas.

Sé tú su red. Te necesita.

Hola, me llamo Graciela y soy madrastra…Que levante la mano quien, para evitar miradas raras, alguna vez se ha presentad...
05/06/2025

Hola, me llamo Graciela y soy madrastra…
Que levante la mano quien, para evitar miradas raras, alguna vez se ha presentado, solo, como “la pareja del padre”.

Yo aún recuerdo a mi suegra presentándome como “la amiga de mi hijo” y pensar: sí, claro… y jugamos a los médicos.
(Ah! y también soy la que preparó la cena de tus nietos. En fin.)

Si la madrastridad ya es compleja de por sí —de esto sabe mucho — cuando llega la adolescencia… es otro nivel.

Esa criatura que, con tiempo y paciencia, se vinculó contigo, te contaba sus cosas y se acurrucaba a ver pelis contigo en el sofá, de repente, se encierra en su cuarto y responde con monosílabos o resoplidos.

Y tú, que recuerdas todo lo que hiciste para acercarte… ves cómo, otra vez, se aleja.

Pero esta vez no se aleja de ti.
Se está alejando de todo para encontrarse a sí mismo.
Es un proceso natural en la adolescencia.

Un adolescente necesita tomar distancia de sus figuras parentales para poder construir su propia identidad.
Y, muchas veces, la rebeldía es la única herramienta que conoce para hacerlo.

Cuando los roles familiares están bien definidos, una madrastra puede seguir siendo un adulto de referencia para ese adolescente, igual que una tía o un profesor.

Porque, aunque hay muchos modelos de familia, las madrastras no venimos a sustituir a nadie.

Y esto es importante decirlo claro:
Estamos aquí para sumar.
Y créeme, sumamos mucho más de lo que imaginas.





Vivir es ir resolviendo problemas, uno detrás de otro. La calidad de nuestra vida depende, en gran parte, de cómo los af...
03/06/2025

Vivir es ir resolviendo problemas, uno detrás de otro. La calidad de nuestra vida depende, en gran parte, de cómo los afrontamos.

La inteligencia no tiene que ver con sacar matrículas ni saberse todas las capitales del mundo. Es tener recursos para enfrentarse a la vida.

Y aquí viene lo importante:
Esa capacidad no se entrena si siempre hay alguien resolviendo todo por ti.

Con los adolescentes, esto es clave.

Muchos padres y madres —con la mejor intención— sobreprotegen. Evitan que sus hijos sufran, se equivoquen, lo pasen mal…
Pero también les impiden desarrollar sus propios recursos.

¿Cómo van a aprender a gestionar una frustración si nunca les dejamos frustrarse?
¿Cómo van a descubrir su fuerza si no les dejamos enfrentarse a nada?

Resolver problemas es vivir.
Y si no les dejamos resolver los suyos,
¿cómo van a aprender a vivir?

No se trata de soltarles la mano y mirar desde lejos.
Se trata de acompañar sin invadir.
Estar cerca, sí. Pero sin hacerles la vida por ellos.

Porque si no…
¿qué tipo de adultos van a ser cuando ya no estemos ahí para allanarles el camino?

Si creías que con la adolescencia y la menopausia habías llegado al tope de tu paciencia, espera, que te añado un plus.A...
29/05/2025

Si creías que con la adolescencia y la menopausia habías llegado al tope de tu paciencia, espera, que te añado un plus.

Ayer, hablando con un amigo, me dice “soy de la generación bisagra, estoy cuidando de mis padres y, además, tengo dos adolescentes en casa”.

Porque, si tuviste a tus hijos pasados los 30 y pico, seguramente te encontrarás, cuando llegue la adolescencia, que empezarán los “problemas” con tus padres.

Uno se olvida de apretar el botón de la cisterna y el otro también. Uno se olvida las llaves en casa y el otro se las deja puestas por dentro y no puedes entrar.

Todo esto podría ser hasta gracioso, pero, habitualmente, se complica con temas de salud y te acabas convirtiendo en padre de tus padres.

Si tu relación con tus padres fue buena entonces lo aceptas y vas acomodándote a las circunstancias como puedes.

Pero, si tu relación con ellos o uno de los dos, no es fácil, cuidar de tus padres se hará complicado.
Porque cuidar de quien no te cuidó como necesitabas es una de las cosas más frustrantes que existe.

Escúchate, si están atendidos y un día no vas no pasará nada y, si te ves incapaz de hacer esto, entonces busca ayuda profesional porque esta situación puede durar años y eso no hay cuerpo que lo aguante, te lo digo por experiencia.

¿Acaso no fuimos también nosotros adolescentes?Resulta curioso: cada generación está convencida de que los adolescentes ...
22/05/2025

¿Acaso no fuimos también nosotros adolescentes?

Resulta curioso: cada generación está convencida de que los adolescentes de hoy son peores que los de antes.
Más inmaduros.
Más rebeldes.
Menos conscientes.

Pero si eso fuera cierto, la humanidad habría colapsado hace mucho.

Solemos pensar que, cuando nosotros teníamos su edad, “éramos mejores” que nuestros hijos. Pero ¿lo éramos de verdad? ¿O simplemente olvidamos cómo se vive la adolescencia desde dentro?

Quizás haya algo más profundo en juego.
Durante esta etapa, el cerebro aún no ha terminado de desarrollarse. La parte encargada de planificar, priorizar, empatizar o regular emociones está en plena construcción.

Si los comportamientos y los pensamientos nacen en el cerebro, y ese cerebro cambia y madura con la edad… ¿no es lógico que la adolescencia sea un proceso natural, inevitable y necesario?

Más que combatirla, deberíamos aprender a acompañarla.
Desde la comprensión.
Desde la consciencia de que nosotros también pasamos por ahí.

Y tú ¿te acuerdas de tu adolescencia?

Llegas cansada por la tarde, cargada con las bolsas del súper, y tu hijo adolescente ni se inmuta en el sofá. Me dices: ...
16/05/2025

Llegas cansada por la tarde, cargada con las bolsas del súper, y tu hijo adolescente ni se inmuta en el sofá. Me dices: “¿Es que no se da cuenta de que vengo mu**ta del trabajo?”

Pues no. No se da cuenta. Aún no puede empatizar. Ni contigo ni con nadie.

La parte del cerebro donde “habita” la capacidad de empatizar es la corteza prefrontal, y no termina de desarrollarse hasta, más o menos, los 25 años.

Y tú me dirás: “Pues bien que el otro día estaba llorando por su amiguita, porque se le había mu**to el perrito”.

Sí, sí… aquí todos se definen como súper empáticos, pero en realidad lo que está actuando son las neuronas espejo. Como cuando era bebé: tú le sonreías y él te devolvía la sonrisa.

Eso no es empatía, es simbiosis. Una llora y todas lloran. Además, muchas veces creen que deben hacerlo por solidaridad.

La empatía se puede desarrollar, sí. Pero para que eso pase… tal vez tú también tengas que poner de tu parte. ¿Cómo vas con eso de comunicar lo que sientes delante de tus hijos?

¿Les cuentas que estás agotada?

¿O que estás enfadada porque has tenido un día de mi**da en el trabajo? ¿Que estás triste por tu padre, que se ha quedado viudo? ¿Que sentiste rabia cuando se estropeó el bus de vuelta a casa?

Puede que aún no puedan ponerse en tu piel. Pero quizá, si te escuchan, empiecen a desarrollar esa habilidad: comprender cómo te sientes y actuar en consecuencia.

Muchas personas me preguntan porque me gustan tanto los adolescentes y como me atrevo a trabajar con ellos.Sí, es todo u...
13/04/2025

Muchas personas me preguntan porque me gustan tanto los adolescentes y como me atrevo a trabajar con ellos.

Sí, es todo un reto, y también muy gratificante.

Poder acompañarles en esta etapa vital tan complicada es increíble.

Porque tú ahora mismo solo estás viendo un gato, es arisco, duerme hasta tarde, se distrae con una mosca y si le hablas te pega un bufido, pero ¡Ay cuando se acerca y se acurruca a tu lado! Ni se te ocurra moverte porque en ese momento eres un privilegiado.

La próxima vez que tu adolescente se acerque a contarte algo, antes de juzgarle, suelta todo lo que tengas entre manos y atiéndele, solo quiere conectar contigo.

Porque mantener la conexión con él es lo más importante, lo que cambian esta etapa es que será él quien se acercara a ti, tú solo tienes que ofrecerle el mejor escenario posible para que esto pase.

Lo mejor de la adolescencia es que nos da una segunda oportunidad para reparar las heridas de la infancia.

Como dice “venimos a este mundo a enseñar lo que necesitamos aprender”
¿Qué has aprendido tú enseñando a todo adolescente? Te leo 👇🏼

Gracias .vilaseca por este regalo

Ya no tienes un hijo, ahora tienes un gato.Antes, tu hijo saltaba de alegría cuando llegabas a casa.Ahora, cuando llegas...
12/04/2025

Ya no tienes un hijo, ahora tienes un gato.

Antes, tu hijo saltaba de alegría cuando llegabas a casa.
Ahora, cuando llegas, se encierra en su habitación y solo sale para comer.
Y a veces, ni eso.

Antes te seguía por toda la casa, incluso al baño.
Ahora tienes que rogarle para que te acompañe a algún sitio.

Antes te decía que te quería mucho.
Ahora dice que le agobias. Que le dejes en paz. Que ojalá no hubieras sido su madre.
(Y luego te pide 20 euros por WhatsApp).

Antes le encantaba dormir contigo.
Ahora se encierra a cal y canto en su cuarto.
No le hables. No entres. No toques.

Solo aparece cuando tiene hambre.
Solo te habla cuando necesita algo.
Y si le llamas… no responde. Pero si él te llama y no acudes rápidamente, prepárate.

Ya no le puedes rascar la espalda… solo si él lo pide. Y solo cuando lo pide.

Así es la adolescencia:
Ese momento en el que tu hijo se convierte en un gato.

Pero ojo:
Aunque parezca que ya no te necesita, sigue necesitando tu presencia.
Aunque parezca que no te oye, te está escuchando.
Aunque no lo diga, sigue queriéndote.

Acompañar sin intervenir.
Estar sin molestar.
Preguntar sin interrogar.
Querer sin agobiar.
Dejar dormir.

Es el arte de criar adolescentes sin perder la conexión.
Aunque ahora te toque hacerlo… como si tuvieras un gato.

La gata es mía, la chica es su versión humana según la IA 🤷🏻‍♀️

Dirección

Cataluña

Horario de Apertura

Lunes 14:00 - 20:00
Martes 14:00 - 20:00
Miércoles 14:00 - 20:00
Jueves 14:00 - 20:00
Viernes 14:00 - 20:00

Teléfono

+34677544618

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Recicla tu actitud publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

Categoría