
25/08/2025
En medicina, el electrobisturí y el plasma atmosférico térmico (ej. PlexR®️) utilizan energía, pero con mecanismos muy distintos.
El electrobisturí genera calor resistivo (60–400 °C) que coagula, carboniza y vaporiza el tejido, permitiendo corte preciso y hemostasia inmediata. Su limitación es la necrosis térmica periférica y el daño colateral, lo que puede retrasar la cicatrización.
El plasma atmosférico térmico, en cambio, produce un gas ionizado que alcanza temperaturas más elevadas pero con menor dispersión en tejidos subyacentes. Además del efecto térmico controlado, libera RONS, radiación UV y campos electromagnéticos que subliman tejido y modulan la biología celular, favoreciendo la regeneración cutánea y preservación tisular.
En conclusión, no son tecnologías rivales, sino complementarias: el electrobisturí es la herramienta ablativa y hemostática clásica, mientras que el plasma aporta selectividad, capacidad de sublimación y un efecto regenerativo cutáneo (elastina y colágeno de tipo 3 y 1 entre otros).