17/08/2025
Había algo que no encajaba.
Por fuera, todo parecía estar en su lugar: trabajo, rutinas, planes de fin de semana. Pero por dentro crecía una sensación extraña, como si hubiera perdido algo importante y no supiera qué.
Empezaron las preguntas incómodas, esas que te asaltan por la madrugada: "¿esto es todo?", "¿dónde está mi lugar en este mundo?", "¿por qué me siento tan desconectada?"
Y entonces, poco a poco, las cosas que me daban seguridad comenzaron a tambalear. De hecho, algo en mí se resistía al inevitable cambio y me acabaron echando de la empresa donde trabajaba. Mi pareja de aquellos años se fue de casa, me dejó de un día para otro.
Así empezó mi búsqueda.
La vida me dio un batacazo de los fuertes. Sin trabajo, sin pareja, sin demasiados ahorros pero, sobre todo, sin conocerme a mí misma. Así empezó mi verdadera búsqueda... India, yoga, libros, conversaciones profundas, sincronías, muchos atardeceres llorando y sanando.
Como si el universo hubiera abierto una puerta y de repente todo lo que necesitaba para sanar aparecía en el momento justo.
Es curioso cómo funciona: cuando dejas de resistirte a lo que tu alma te está pidiendo, el camino se abre solo. Por eso, si te encuentras en una situación de quiebre con uno o varios aspectos de tu vida, observa con mucha atención. Quizás todo esto te está llevando hacia quien realmente eres.
¿Has vivido alguna crisis que después entendiste como el mejor regalo que te pudo dar la vida?