10/10/2024
Cuidar de la salud mental es tomar conciencia de los significados ocultos de los síntomas, entender lo que a cada un@ le ocurre. Es ir más allá de lo aparente, es indagar en la propia historia de vida, ver y trabajar los daños para poder adueñarse y responsabilizarse de la propia vida y aclararse en los malos entendidos con los que se pueden vivir.
Es diferenciar los aspectos genuinos de los falsos, desarrollando una identidad real y propia. Es trabajar las dependencias, las idealizaciones y el narcisismo. Para así poder favorecer los procesos de crecimiento de las personas.
Es aprender a perdonarse un@ mism@ y a reconciliarse con otr@s que, al igual que tod@s, son humanos.
Es aceptar la incertidumbre ( el desconocimiento), la frustración y la vulnerabilidad que generan las enfermedades de la índole que sean.
Es verse en las semejanzas con otros y aceptar las diferencias como principio de cualquier proceso de paz.
Es aceptando la indefensión humana y la pequeñez individual como se produce la solidaridad y empatía con otr@s.
Por mucha evolución tecnológica y avances médicos que existan, no hay mejor receta que un abrazo sincero, cariño, escucha que se logran a través de un encuentro honesto con otro ser humano.
Es importante trabajar los miedos y los prejuicios para vivir con mayor calma. El mayor acto de generosidad es permitirle a la otra persona ser quien es y no como nos gustaría que fuera. De la misma forma, que tod@s necesitamos sentirnos aceptad@s y querid@s por como somos.
El día que podamos respetarnos a pesar de no entendernos estaremos salvad@s.